ya que tú, Señor todopoderoso, Dios de Israel, has prometido a tu siervo que le edificarás una casa; por eso se ha atrevido a dirigirte esta súplica.
Éxodo 35:21 - Biblia Martin Nieto Y todos los voluntarios, todos los de corazón generoso, vinieron con sus tributos al Señor, para la obra de la tienda de la reunión, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos aquellos con el corazón motivado y el espíritu conmovido regresaron con ofrendas sagradas al Señor. Trajeron todos los materiales que se necesitaban para levantar el tabernáculo, para realizar las ceremonias y para confeccionar las vestiduras sagradas. Biblia Católica (Latinoamericana) todos aquellos a quienes su corazón movía, hombres de corazón generoso, vinieron a dejar su ofrenda para Yavé, para la construcción de la Tienda de las Citas, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo aquel a quien su corazón impulsaba, y todo aquel a quien movía su espíritu, iba llevando la ofrenda a YHVH para la obra de la Tienda de Reunión, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se acercaron luego todos aquellos a quienes impulsaba su corazón, los generosos de espíritu, y ofrecieron dones a Yahveh para la obra de la tienda del encuentro, para su servicio y para las vestiduras sagradas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de la congregación, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. |
ya que tú, Señor todopoderoso, Dios de Israel, has prometido a tu siervo que le edificarás una casa; por eso se ha atrevido a dirigirte esta súplica.
El rey se puso en pie y dijo: 'Escuchadme, hermanos míos y pueblo mío. Yo tenía el deseo de construir un templo donde estuviera permanentemente el arca de la alianza del Señor, estrado de los pies de nuestro Dios; había hecho incluso preparativos para la construcción,
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.
¿Quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecerte tantas cosas? Pues todo viene de ti y tuyo es lo que te hemos dado.
Además, todo el oro y plata de mi propiedad personal lo doy por amor del templo de mi Dios;
Todos los que poseían piedras preciosas se las entregaron a Yejiel, el guersonita, para el tesoro del templo del Señor.
El pueblo se gozaba en estos donativos voluntarios, pues los daban con todo el corazón al Señor, y el mismo rey David experimentó una gran alegría.
Algunos de los cabezas de familia, al llegar al templo del Señor, en Jerusalén, hicieron generosos donativos para reconstruir el templo del Señor en su emplazamiento anterior.
¡Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres, que tan bien dispuso el corazón del rey para glorificar el templo del Señor en Jerusalén,
Contigo el poderío el día de tu nacimiento; en las montañas santas, como el rocío, te he engendrado en el seno de la aurora.
'Di a los israelitas que me ofrezcan tributos. Vosotros los recogeréis de todo aquel que los entregue de todo corazón.
Toda la asamblea de los israelitas se retiró de la presencia de Moisés.
Vinieron hombres y mujeres. Todos los generosos de corazón trajeron arillos y pendientes, anillos y cadenillas, brazaletes y toda clase de objetos de oro. Cada uno presentó al Señor una ofrenda de oro.
De este modo todos los hombres y mujeres que se sintieron generosos en contribuir a las obras que el Señor había mandado hacer a Moisés trajeron sus ofrendas voluntarias al Señor.
Ofreced de vuestros bienes un tributo al Señor. Todo corazón generoso ofrecerá un tributo al Señor: oro, plata y bronce,
Moisés llamó a Besalel, a Oholiab y a todos los hombres que el Señor había dotado de sabiduría y se habían ofrecido voluntariamente a colaborar en la obra.
Sobre todas las cosas, vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.
De su seno saldrá su caudillo, de en medio de ella surgirá su soberano. Le dará audiencia, y se acercará a mí; pues ¿quién, si no, arriesgaría su vida para acercarse a mí? -dice el Señor-.
¡Raza de víboras! ¿Cómo podéis vosotros hablar de cosas buenas, siendo malvados? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.
Cuando se da de corazón y según lo que se tiene, Dios lo acepta; a nadie se le piden imposibles.
Que cada uno dé lo que le dicte la conciencia; no de mala gana o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría.
Despiértate, despiértate, entona un cántico. Ánimo, levántate, Barac, y lleva tus prisioneros, hijo de Abinoán.
Oíd, reyes; prestad atención, príncipes: yo cantaré al Señor, Dios de Israel.
Mi corazón se vuelve a los jefes de Israel, a los valientes del pueblo: ¡Bendecid al Señor!