Tal vez el Señor vea mi aflicción y me devuelva bien en lugar de esta maldición de hoy'.
Éxodo 2:25 - Biblia Martin Nieto Dios miró a los israelitas y los atendió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar. Biblia Católica (Latinoamericana) Y miró Dios con bondad a los hijos de Israel, y los atendió. La Biblia Textual 3a Edicion Y miró ’Elohim a los hijos de Israel, y ’Elohim los reconoció.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Miró Dios hacia los israelitas y Dios los reconoció. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. |
Tal vez el Señor vea mi aflicción y me devuelva bien en lugar de esta maldición de hoy'.
y ante los hombres canta así: 'Yo había pecado y violado la justicia, mas Dios no me ha tratado conforme a mi delito;
Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el de los injustos lleva a la ruina.
Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
tu amor ser mi gozo y mi alegría, porque te has fijado en mi miseria y has comprendido la angustia de mi alma;
su boca es más dulce que la crema, pero su corazón hace la guerra; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desnudas.
Surgió en Egipto un nuevo rey que no había conocido a José, y dijo a su pueblo:
Moisés contó a su suegro todo lo que había hecho el Señor al Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todos los contratiempos que habían tenido a lo largo del camino y cómo les había librado de ellos.
El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí. He visto también la opresión con que los egipcios los tiranizan.
El pueblo creyó, y comprendiendo que el Señor había visitado a los israelitas y había visto su opresión, se postraron y adoraron.
Entonces yo les diré: 'Nunca os conocí. Apartaos de mí, agentes de injusticias'.
'El Señor ha hecho esto conmigo y me ha librado de la vergüenza ante la gente'.
He visto bien la esclavitud de mi pueblo en Egipto; he oído sus gemidos y he bajado a librarlos. Y ahora ven, que te voy a enviar a Egipto.
Pero nosotros clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, que escuchó nuestra plegaria, volvió su rostro hacia nuestra miseria, nuestros trabajos y nuestra opresión,
y le hizo esta promesa: '¡Oh Señor todopoderoso!, si quieres mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo lo consagraré al Señor por todos los días de su vida, y la navaja no pasará por su cabeza'.