El terror del Señor se extendió por todos los reinos de las naciones cuando supieron que el Señor había derrotado a los enemigos de Israel.
Éxodo 14:25 - Biblia Martin Nieto Frenó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios se dijeron: 'Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos contra los egipcios'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. Biblia Nueva Traducción Viviente Torció las ruedas de los carros para que les resultara difícil manejarlos. «¡Salgamos de aquí, alejémonos de los israelitas! —gritaban los egipcios—. ¡El Señor está luchando por ellos en contra de Egipto!». Biblia Católica (Latinoamericana) Atascó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Entonces los egipcios dijeron: 'Huyamos de Israel, porque Yavé pelea con ellos contra nosotros. La Biblia Textual 3a Edicion torciendo las ruedas de sus carros, de modo que los conducían con dificultad, por lo que los egipcios dijeron: ¡Huyamos de delante de Israel, porque YHVH pelea por ellos contra los egipcios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Atascó las ruedas de sus carros, de modo que avanzaran muy lentamente. Dijéronse entonces los egipcios: 'Huyamos ante Israel porque Yahveh pelea por ellos contra Egipto'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. |
El terror del Señor se extendió por todos los reinos de las naciones cuando supieron que el Señor había derrotado a los enemigos de Israel.
Donde oigáis el sonido del cuerno, corred allá para uniros a nosotros, y nuestro Dios luchará a nuestro lado'.
Cuando nuestros enemigos lo supieron, se llenaron de miedo y se sintieron humillados al reconocer que esta obra había sido realizada con la ayuda de nuestro Dios.
Partiste en dos mitades el mar ante ellos y lo pasaron a pie enjuto, mientras a sus perseguidores los precipitaste en el abismo, como una piedra entre aguas impetuosas.
En cambio se abatirán los ojos de los malvados, les fallará todo refugio; su esperanza será su postrer aliento.
Sin piedad por blanco se le toma, tiene que huir de las manos que amenazan.
Venid y ved las obras del Señor, sus prodigios, que llenan la tierra de estupor:
Los valientes fueron despojados, durmiendo están su sueño, a todos los guerreros les fallaron los brazos.
El Señor combatirá por vosotros sin que vosotros os tengáis que molestar'.
Los egipcios conocerán que yo soy el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros y de sus caballeros'.
Yo endureceré el corazón del Faraón, y os perseguirá; yo seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército; los egipcios reconocerán que yo soy el Señor'. Y así lo hicieron.
Esto me ha dicho el Señor: Como el león o el cachorro ruge sobre su presa, y al acosarle el tropel de los pastores no se asusta de sus gritos ni se acobarda por su número, así el Señor todopoderoso bajará a pelear en el monte Sión y en su colina.
contigo he machacado caballo y caballero; contigo he machacado carro y conductor;
prenderé fuego a los muros de Rabbá y devorará sus palacios entre el clamor de un día de batalla y el torbellino de un día de huracán.
Como el hombre que huye del león, y le acosa un oso; entra en casa, pone su mano sobre la pared y le muerde una serpiente.
Vi al Señor de pie junto al altar, y dijo: 'Golpea los capiteles y que tiemblen los umbrales; destroza a los que van en cabeza; a los que siguen yo los mataré a espada; nadie podrá huir, y ningún fugitivo se salvará.
El Señor, vuestro Dios, que va delante de vosotros, combatirá en favor vuestro, lo mismo que le habéis visto hacer en Egipto
Pero su roca no es como nuestra roca, / lo saben bien nuestros mismos enemigos;
No ha habido un día como aquél ni antes ni después, en el que el Señor haya obedecido a la voz de un hombre. Es que el Señor combatía por Israel.
El Señor amedrentó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército ante la presencia de Barac. Sísara, bajando de su carro, huyó a pie.