Job 27 - Biblia Martin Nieto1 Job continuó su discurso y dijo: 2 ¡Por el Dios vivo, que me ha quitado mi derecho; por el todopoderoso, que me amarga el alma; 3 mientras mi aliento siga en mí y el soplo de Dios en mis narices, 4 mis labios no dirán falsedades ni mi lengua proferirá mentira! 5 Lejos de daros la razón, hasta la muerte mantendré mi inocencia. 6 Me aferraré a mi justicia y no la soltaré; mi corazón no tendrá que avergonzarse de mis días. 7 ¡Tenga mi enemigo la suerte del malvado, la del inicuo mi adversario! 8 ¿Qué esperanza tiene el malvado cuando suplica, cuando hacia Dios levanta su alma? 9 ¿Escuchará acaso Dios su grito cuando sobre él se abate la desgracia? 10 ¿Tenía él sus delicias en el todopoderoso? ¿Invocaba a Dios en todo instante? 11 Os mostraré a todos lo que hay en la mano de Dios, lo que el todopoderoso se reserva no os ocultaré. 12 Y si todos vosotros lo observáis, ¿para qué esos vanos discursos en el vacío? 13 Ésta es la suerte que al criminal reserva Dios, la herencia que el violento recibe del todopoderoso: 14 Por muchos que sean sus hijos, la espada es su destino, y sus vástagos no tendrán paz. 15 A los supervivientes sepultará la peste, y sus viudas no los llorarán. 16 Si acumula como polvo la plata, si amontona vestidos como fango, 17 ¡que los amontone!; el justo se vestirá con ellos y el inocente heredará la plata. 18 Se ha edificado una casa de araña, una choza de centinela ha construido. 19 Rico se acuesta, mas por última vez; cuando abre los ojos ya no es nada. 20 Lo asaltan como torrente los terrores, de noche lo arrebata el huracán. 21 El viento del este se levanta y se lo lleva, un torbellino le arrastra de su sitio. 22 Sin piedad por blanco se le toma, tiene que huir de las manos que amenazan. 23 A su ruina la gente bate palmas, de todas partes se le silba. |
Evaristo Martín Nieto©