Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 14:13 - Biblia Martin Nieto

Moisés dijo al pueblo: 'No temáis, estad tranquilos y veréis la victoria que hoy os dará el Señor; porque a estos egipcios que ahora veis, ya nunca los volveréis a ver.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Solo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Moisés contestó al pueblo: '¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Moisés respondió al pueblo: ¡No temáis! ¡Estad firmes y ved la salvación de YHVH que Él hace hoy por vosotros, porque los egipcios que visteis hoy, no los volveréis a ver nunca más!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Moisés dijo al pueblo: 'No temáis; quedaos tranquilos y veréis la salvación que Yahveh llevará hoy a cabo en favor vuestro; pues a los egipcios que hoy veis, ya no los volveréis a ver más.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; quedaos quietos, y ved la salvación de Jehová, que Él hará hoy con vosotros; porque a los egipcios que hoy habéis visto, ya nunca más los veréis.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Éxodo 14:13
36 Tagairtí Cros  

Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.


Y aquella misma noche se le apareció el Señor y le dijo: 'Yo soy el Dios de tu padre Abrahán. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abrahán, mi siervo'.


Dios continuó: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí yo haré de ti un gran pueblo.


Tu salvación espero, ¡oh, Señor!


Y él respondió: 'No temas, pues son más los que están con nosotros que los que están con ellos'.


pero él se puso en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. El Señor alcanzó de nuevo una gran victoria.


dijo: 'Atención, habitantes de Judá y de Jerusalén, y tú, oh rey Josafat. Esto os dice el Señor: No temáis ni os asustéis ante esta ingente multitud, porque la batalla no es cosa vuestra, sino de Dios.


Vosotros no tenéis necesidad de luchar; deteneos, estaos quietos y veréis la victoria que os da el Señor. Judá y Jerusalén, no temáis ni os asustéis; salid mañana a su encuentro, y el Señor estará con vosotros'.


Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto y escuchaste su clamor junto al mar Rojo;


Levántate, Señor; sálvame, Dios mío. Tú das de bofetadas a todos mis enemigos y rompes los dientes a los malhechores.


Nuestro Dios es el Dios libertador, el Señor, nuestro Dios, nos libra de la muerte.


los condujo con seguridad y sin temor, mientras el mar tragó a sus enemigos;


Te bastará abrir los ojos, y verás que los malvados reciben su merecido,


Así salvó el Señor aquel día a Israel de mano de los egipcios, e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar.


Moisés dijo al pueblo: 'No temáis, que el Señor ha venido sólo para probaros y para que su temor esté siempre en vosotros y no pequéis'.


Su ánimo es firme y mantiene la paz, porque confía en ti.


Pues esto dice el Señor Dios, el Santo de Israel: En la conversión y la calma está vuestra salvación, en la mesura y la confianza se encuentra vuestra fuerza. Mas no lo habéis querido,


Decid a los pusilánimes: ¡Ánimo, no temáis! Mirad, es vuestro Dios; ya viene la venganza, la revancha de Dios; viene él mismo a salvaros.


Yo, yo soy el Señor; fuera de mí no hay salvador.


y dile: Pon atención, estáte tranquilo, no temas, no desmaye tu corazón por causa de esos dos tizones humeantes; por el furor de Rasín, rey de Siria, y del hijo de Romelías,


Oh, sí, las colinas no son más que mentira, así como el tumulto de los montes. Realmente sólo el Señor, nuestro Dios, es la salvación de Israel.


Bueno es esperar en silencio el socorro del Señor.


Me compadeceré, en cambio, de la casa de Judá; los salvaré por medio del Señor, su Dios, y no por medio de arco, espada o lanza, o con caballos y jinetes'.


Sin embargo, yo, el Señor, soy tu Dios desde el país de Egipto; no conoces otro Dios más que yo, no hay salvador fuera de mí.


Voy a destruirte, Israel; ¿quién vendrá en tu socorro?


Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Tú destruyes la casa del malvado, pones al desnudo sus cimientos hasta la roca.


¿Es que te has enfurecido, Señor, contra los ríos; es que te has irritado contra el mar, para que montes en tus caballos y en tus carros victoriosos?


No os rebeléis contra el Señor ni tengáis miedo de la gente de esa tierra, pues nos los comeremos como un bocado de pan. Ellos se han quedado sin defensa, y con nosotros está el Señor; no les tengáis miedo'.


Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: 'No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado.


diciendo: ¡Escucha, Israel! Hoy mismo vais a dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, no tembléis ni os asustéis ante ellos,


Pero Saúl dijo: 'Hoy no se castigará a nadie con la muerte, porque hoy el Señor ha salvado a Israel'.


Estad atentos y ved este gran prodigio que el Señor va a hacer ante vuestros ojos.