Habacuc 3:13 - Biblia Martin Nieto

¹³ Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Tú destruyes la casa del malvado, pones al desnudo sus cimientos hasta la roca.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹³ Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ Saliste a rescatar a tu pueblo elegido, a salvar a tus ungidos. Aplastaste las cabezas de los perversos y descarnaste sus huesos de pies a cabeza.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ Pues llegas en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Al opresor le rompes la cabeza y lo arrasas hasta sus cimiento.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ Has salido en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozas el techo de la casa del impío Y desnudas su cimiento hasta la roca. Selah

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Aplastas el techo de la casa del impío, descubres sus cimientos hasta la roca. Selah

Habacuc 3:13 Tagairtí Cros

2 Samuel 5:20

David fue a Baal Perasín y allí los derrotó. Y dijo: 'El Señor ha dispersado a mis enemigos ante mí como se dispersan las aguas'. Por eso se llamó este lugar Baal Perasín.

Salmos 105:15

'Guardaos de tocar a mis ungidos, no hagáis mal alguno a mis profetas'.

Salmos 105:26

Luego envió a Moisés, su servidor, y a Aarón, a quien había escogido.

Salmos 110:6

juzga a las naciones, amontona cadáveres y tritura cabezas en el mundo entero.

Salmos 137:7

Acuérdate, Señor, contra los edomitas, que decían el día de Jerusalén: 'Destruidla, destruidla hasta sus cimientos'.

Salmos 20:6

Entonces celebraremos tu victoria y en nombre de Dios tremolaremos las banderas. Que el Señor te conceda todo lo que pidas.

Salmos 28:8

El Señor es la fuerza de su pueblo, la fortaleza que salva a su mesías.

Salmos 68:7

Dios da una casa a los abandonados, da a los prisioneros la libertad dichosa; sólo los rebeldes viven en su tierra abrasada.

Salmos 77:20

tu camino se abrió a través del mar, tu sendero por las aguas inmensas, y no quedó ni rastro de tus huellas;

Salmos 99:6

Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaban su nombre; llamaban al Señor y él les respondía.

Isaías 63:11

Ellos se acordaron de los días de antaño, de su siervo Moisés. ¿Dónde está aquel que sacó del mar al pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso dentro de él su santo espíritu?;

Isaías 64:1

como el fuego inflama las ramas secas, como el fuego hace hervir el agua, para manifestar tu nombre a tus enemigos y hacer temblar a las naciones ante ti,

Ezequiel 13:14

Derribaré el muro que habéis revocado de argamasa, lo echaré por tierra hasta que aparezcan sus cimientos. Se desplomará y pereceréis entre los escombros; sabréis entonces que yo soy el Señor.

Amós 9:1

Vi al Señor de pie junto al altar, y dijo: 'Golpea los capiteles y que tiemblen los umbrales; destroza a los que van en cabeza; a los que siguen yo los mataré a espada; nadie podrá huir, y ningún fugitivo se salvará.

Josué 10:11

Cuando huían ante Israel en la pendiente de Bejorón, el Señor hizo caer del cielo sobre ellos un pedrisco terrible hasta Azeca, y murieron más por las piedras de granizo que por la espada de los israelitas.

Josué 10:24

Cuando los llevaron ante Josué, éste llamó a todos los hombres de Israel y dijo a los jefes del ejército que le habían acompañado: 'Acercaos y poned vuestros pies sobre el cuello de estos reyes'. Se acercaron y lo hicieron.

Josué 10:42

Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por Israel.

Josué 11:12

Josué se apoderó de todas las ciudades de estos reyes, y a todos los pasó a filo de espada, consagrándolos al exterminio, como había mandado Moisés, siervo del Señor.

Josué 11:8

El Señor los entregó en manos de Israel, que los derrotó y los persiguió hasta Sidón la Grande y hasta Misrefot, al occidente, y hasta el valle de Mispá, al oriente. Los derrotó de tal forma que no quedó ni un superviviente.