2 Samuel 22:7 - Biblia Martin Nieto Clamé al Señor en mi angustia, hacia mi Dios alcé mi grito: y él escuchó mi voz desde su templo, mi grito llegó hasta sus oídos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero en mi angustia, clamé al Señor; sí, clamé a Dios por ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Católica (Latinoamericana) y en mi angustia clamé a Yavé,
le grité a mi Dios.
Mi grito llegó hasta su presencia,
desde su templo escuchó mi voz. La Biblia Textual 3a Edicion En mi angustia invoqué a YHVH, Sí, invoqué a mi Dios, y oyó mi voz desde su morada, Y mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En mi aprieto yo clamo al Señor, a mi Dios elevo el grito, y él escucha mi voz desde su templo mi clamor alcanza a sus oídos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En mi angustia, invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; y Él oyó mi voz desde su templo; y llegó mi clamor a sus oídos. |
los lazos del abismo me liaban, se tendían ante mí las trampas de la muerte.
Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la belleza de su templo.
Los que miran hacia él quedan radiantes y su rostro no se sonroja más.
El Señor continuó: 'He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído el clamor que le arranca su opresión y conozco sus angustias.
Tú me arrojaste en el abismo, en el fondo del mar, y las olas me envolvieron; todo tu oleaje, todas tus ondas han pasado sobre mí.
Bajaba hasta las raíces de los montes. Yo ya me veía su eterno prisionero; pero tú, Señor, Dios mío, me salvaste de la muerte.
El Señor, en cambio, está en su santo templo; silencio ante él, tierra entera.
Entró en agonía, y oraba más intensamente; sudaba como gotas de sangre, que corrían por el suelo.
Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;
El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso.