Metieron el arca del Señor y la colocaron en medio de la tienda que David había levantado para ella. David ofreció al Señor holocaustos y sacrificios de reconciliación.
2 Samuel 15:25 - Biblia Martin Nieto Entonces el rey dijo a Sadoc: 'Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si el Señor me favorece, él me hará volver para ver el arca y su santuario. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero dijo el rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si yo hallare gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el rey le dio instrucciones a Sadoc para que regresara el arca de Dios a la ciudad: «Si al Señor le parece bien —dijo David—, me traerá de regreso para volver a ver el arca y el tabernáculo; Biblia Católica (Latinoamericana) El rey dijo entonces a Sadoc: 'Lleva el Arca de Dios a la ciudad. Si merezco consideración a los ojos de Yavé, me traerá de vuelta y volveré a ver el Arca y su Morada. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el rey dijo a Sadoc: Haz volver el Arca de Dios a la ciudad. Si he hallado gracia ante los ojos de YHVH, Él me hará volver, y me permitirá verla a ella y a su morada.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces el rey a Sadoc: 'Vuelve el arca de Dios a la ciudad, porque si Yahveh me concede su favor, me hará volver para que la contemple de nuevo junto con su morada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey dijo a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad; que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, Él me volverá, y me dejará verla y a su tabernáculo. |
Metieron el arca del Señor y la colocaron en medio de la tienda que David había levantado para ella. David ofreció al Señor holocaustos y sacrificios de reconciliación.
dijo al profeta Natán: 'Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el arca del Señor está bajo una tienda'.
Señor, yo amo la casa donde tú resides, el lugar donde tu gloria habita.
Guiaste en tu bondad al pueblo que salvaste; lo llevaste con tu poder a tu santa mansión.
Moisés dijo al Señor: 'Bien, tú me dices: Conduce a este pueblo, pero no me has dado a conocer a quién mandarás conmigo. Y, no obstante, me has dicho: Yo te conozco por tu nombre, tú has hallado gracia a mis ojos.
Pero si de verdad he hallado gracia a tus ojos, dame a conocer tu camino, para que yo te conozca; así hallaré gracia a tus ojos. Considera que este pueblo es tu pueblo'.
Y Ezequías preguntó: '¿Por qué señal conoceré que he de subir de nuevo al templo del Señor?'.
Y tú anúnciales todas estas palabras y diles: El Señor ruge desde lo alto, desde su santa morada lanza su voz; ruge con fuerza contra su hacienda, lanza el grito de júbilo de los pisadores de la uva contra todos los habitantes de la tierra.
No os hagáis ilusiones con repetir palabras mentirosas: Aquí está el templo del Señor. ¡Qué templo del Señor, templo del Señor!