Entregará a Israel por causa de los pecados de Jeroboán, los que él ha cometido y los que ha hecho cometer a Israel'.
2 Reyes 21:9 - Biblia Martin Nieto Pero ellos no hicieron caso, y Manasés los descarrió, induciéndolos a hacer el mal, más aún que las gentes que el Señor había destruido ante los israelitas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, la gente se negó a escuchar, y Manasés los llevó a cometer cosas aún peores que las que habían hecho las naciones paganas que el Señor había destruido cuando el pueblo de Israel entró en la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no hicieron caso y Manasés los arrastró a hacer cosas peores aún que las hechas por las naciones que había destruido Yavé ante los israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero no escucharon, pues Manasés los indujo a hacer el mal, más que las otras naciones a las que YHVH había destruido delante de los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ellos no obedecieron y Manasés les indujo a hacer el mal, hasta el punto de hacer cosas peores que las que hacían las naciones que Yahveh había exterminado delante de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las gentes que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. |
Entregará a Israel por causa de los pecados de Jeroboán, los que él ha cometido y los que ha hecho cometer a Israel'.
sino que siguió el camino de los reyes de Israel, y hasta hizo pasar por el fuego a su hijo, según las prácticas horrorosas de las gentes que el Señor había echado de delante de los israelitas.
Pero Manasés descarrió a los de Judá y a los habitantes de Jerusalén, induciéndoles a hacer el mal más aún que las gentes que el Señor había destruido ante los israelitas.
Pero ellos hacían escarnio de los enviados de Dios, despreciaban sus palabras, se burlaban de sus profetas, hasta el punto que la ira del Señor contra su pueblo se hizo irremediable.
Pero fueron insolentes, se rebelaron contra ti y echaron tu ley a sus espaldas; mataron a tus profetas, que les exhortaban a convertirse a ti, y te ofendieron gravemente.
Tú, Señor, nos guardarás de ellos, nos librarás para siempre de esa escoria;
no habría en tu casa un dios extraño, no adorarías a ningún dios extranjero.
Cuando el gobernante hace caso de las mentiras, corrompe a todos sus servidores.
Y sabréis que yo soy el Señor, cuyos preceptos no habéis observado ni guardado sus mandamientos, sino que habéis vivido según las costumbres de las naciones que os rodean'.
Y no sólo has seguido su conducta y has imitado sus prácticas detestables, sino que te has comportado peor que ellas en todo tu proceder.
Dirás: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de la ciudad que vierte sangre de sus habitantes para acelerar su destrucción y fabricar ídolos con los que se contamina!
Pero ella se ha rebelado contra mis leyes con más perversidad que estas naciones, y contra mis decretos más que los países que la circundan, pues han desechado mis leyes y no han procedido según mis mandamientos.
Por eso esto dice el Señor Dios: Vosotros sois más rebeldes que las naciones que os rodean, no habéis practicado mis mandamientos, no habéis cumplido mis órdenes, ni siquiera habéis obrado conforme a las costumbres de las naciones que os rodean.
No hemos escuchado a los profetas, tus siervos, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
Efraín está oprimido, el derecho violado, porque se complace en correr tras la nada.
'¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como una gallina a sus polluelos bajo las alas, y no has querido!
'Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían culpa; pero ahora no tienen excusa para su pecado.
Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel, esa mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis servidores hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes sacrificadas a los ídolos.
Pero el pueblo no quiso escuchar a Samuel, y dijo: 'No; queremos un rey,