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2 Crónicas 36:16 - Biblia Martin Nieto

16 Pero ellos hacían escarnio de los enviados de Dios, despreciaban sus palabras, se burlaban de sus profetas, hasta el punto que la ira del Señor contra su pueblo se hizo irremediable.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Sin embargo, el pueblo se mofaba de estos mensajeros de Dios y despreciaba sus palabras. Se burlaron con desprecio de los profetas hasta que el enojo del Señor no pudo ser contenido y ya no se podía hacer nada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Pero ellos maltrataron a los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se burlaron de sus profetas, hasta que estalló la ira de Yavé contra su pueblo y ya no hubo remedio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios y despreciaron las palabras de Él, y trataron despectivamente a sus profetas, hasta que la ira de YHVH se encendió contra su pueblo hasta que no hubo remedio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Pero ellos hacían burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.

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2 Crónicas 36:16
44 Tagairtí Cros  

De allí Eliseo fue a Betel y, cuando iba por el camino, unos rapazuelos que habían salido de la ciudad empezaron a burlarse de él, diciéndole: '¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!'.


Entonces Janún agarró a los siervos de David, los afeitó, les cortó los vestidos por la mitad a la altura de las nalgas y los despachó.


El Señor les envió profetas para convertirlos, pero no quisieron escuchar sus advertencias.


Los correos recorrieron ciudad tras ciudad la tierra de Efraín y Manasés, llegando hasta Zabulón; pero las gentes se reían y se burlaban de ellos.


Pero nuestros padres irritaron al Dios del cielo, y él los entregó en manos del caldeo Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual destruyó este templo y deportó el pueblo a Babilonia.


Pero fueron insolentes, se rebelaron contra ti y echaron tu ley a sus espaldas; mataron a tus profetas, que les exhortaban a convertirse a ti, y te ofendieron gravemente.


No obstante, tú los soportaste muchos años, los amonestaste con tu espíritu por medio de los profetas, pero no hicieron caso. Entonces los entregaste en manos de los pueblos del país.


me atacan y de mí se burlan, rechinando sus dientes contra mí.


El hombre que ante los reproches se hace más terco será quebrantado de repente y sin remedio.


Por eso de improviso vendrá la ruina sobre él, en un instante será destrozado y sin remedio.


Así pues, dejad de burlaros para que no se refuercen vuestras ataduras; pues he oído un decreto de exterminio del Señor Dios todopoderoso para toda la tierra.


¿Qué más podía hacerse con mi viña que no lo haya hecho yo? ¿Por qué, si esperaba que diera uvas, sólo ha dado agrazones?


¿De quién os burláis? ¿Contra quién abrís la boca y a quién sacáis la lengua? ¿No sois vosotros los hijos del pecado, la raza de la mentira?


yo os destino a la espada, y todos sucumbiréis en la matanza; porque llamé y no respondisteis, hablé y no escuchasteis, hicisteis lo que es malo a mis ojos y elegisteis lo que a mí no me agrada.


Este pueblo malvado, que no quiere escuchar mi palabra, que sigue el capricho de su duro corazón y va en pos de otros dioses para servirlos y postrarse ante ellos, quedará como ese cinturón, que ya no sirve para nada.


Tú me has seducido, Señor, y yo me he dejado seducir; has sido más fuerte que yo, me has podido. Me he convertido en irrisión continua, todos se burlan de mí.


Pues cada vez que hablo tengo que gritar y proclamar: '¡Violencia y ruina!'. La palabra del Señor es para mí oprobio y burla todo el día.


Esto dice el Señor: Tu herida es incurable, insanable tu llaga.


donde le había mandado encerrar el rey Sedecías con esta acusación: '¿Por qué andas profetizando y proclamando: Esto dice el Señor: Yo entregaré esta ciudad en manos del rey de Babilonia, quien la tomará;


La espalda me han dado, y no la cara; y mientras yo trataba de instruirlos y educarlos con constancia y sin cesar, no han querido escuchar ni aceptar la lección.


Entonces ellos agarraron a Jeremías y lo arrojaron en la cisterna del príncipe Malquías, situada en el patio de la guardia, bajándolo con cuerdas. En la cisterna no había agua, sino fango, y Jeremías se hundió en él.


Pues esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Como se derramó mi furor y mi indignación sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furor sobre vosotros si marcháis a Egipto. Seréis objeto de execración, de horror, de maldición, de oprobio y de vergüenza, y no volveréis a ver más este lugar'.


No hemos escuchado a los profetas, tus siervos, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.


si despreciáis mis leyes, desdeñáis mis prescripciones, no ponéis por obra mis mandatos y rompéis mi alianza,


a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,


Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos. Pues también persiguieron a los profetas antes que a vosotros'.


Los fariseos, amigos del dinero, oían esto y se burlaban de él.


Lo entregarán a los paganos, se burlarán de él, lo insultarán, lo escupirán


Herodes, con sus soldados, trató con desprecio a Jesús, se burló de él, le puso un vestido blanco y lo envió a Pilato.


También los soldados se burlaban de él, se acercaban y le daban vinagre,


Alegraos aquel día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Así trataban también sus padres a los profetas'.


Mirad, engreídos, y quedaos admirados y asombrados, pues voy a realizar en vuestros días una obra que no creeríais si alguno os la contara'.


Al oír hablar de la resurrección de los muertos, unos se burlaban y otros dijeron: 'Te oiremos sobre esto otra vez'.


Pero otros, burlándose, decían: 'Están borrachos'.


¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Mataron a los que predijeron la venida del Justo, del cual vosotros ahora sois los traidores y asesinos;


Por tanto, el que desprecie todo esto no desprecia a un hombre, sino a Dios, el cual os da su Espíritu Santo.


Otros soportaron burlas y latigazos, incluso cadenas y cárceles;


Pero ni aun a sus jueces obedecían. Se prostituyeron ante otros dioses y se prosternaron ante ellos. Se apartaron pronto del camino que habían seguido sus padres, dóciles a los mandamientos del Señor; pero ellos no lo hicieron así.


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