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2 Corintios 11:23 - Biblia Martin Nieto

¿Son ministros de Cristo? Voy a decir una locura: yo mucho más que ellos. Más en trabajos, más en prisiones; en palizas, inmensamente más; en peligros de muerte, muchas veces.

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Biblia Reina Valera 1960

¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Empiezo a hablar como un loco: yo lo soy más que ellos. Más por mis numerosas fatigas, más por el tiempo pasado en cárcel, mucho más por los golpes recibidos, y muchas veces me encontré en peligro de muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿Son ministros del Mesías? (Hablo como si hubiera perdido el juicio.) Yo más: en trabajos, mucho más; en cárceles,° mucho más; en azotes, más severamente; en peligros de muerte, muchas veces.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Son servidores de Cristo? Lo diré como quien delira: ¡mucho más lo soy yo! Más en trabajos, más en cárceles, muchísimo más en palizas; y, frecuentemente, en peligros de muerte.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

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2 Corintios 11:23
43 Tagairtí Cros  

Luego Jeremías dio esta orden a Baruc: 'Yo tengo un impedimento y no puedo ir al templo del Señor.


Llegaron de Antioquía e Iconio unos judíos que se ganaron a la gente. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dándolo por muerto.


únicamente sé que el Espíritu Santo me asegura en todas las ciudades que me esperan prisiones y tribulaciones.


el cual fue a nuestro encuentro, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: 'Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán en Jerusalén los judíos al hombre de quien es este cinto y lo entregarán en manos de los paganos'.


Como se detuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey el asunto de Pablo: 'Aquí tenemos un hombre que Félix ha dejado en la cárcel.


Cuando se decidió que embarcásemos para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un oficial de la legión Augusta, llamado Julio.


Cuando entramos en Roma, a Pablo le permitieron quedarse en una casa particular con un soldado que lo custodiase.


Pablo estuvo dos años en una casa alquilada; allí recibía a todos los que iban a verlo,


Yo le mostraré cuánto debe padecer por mí'.


Dice la Escritura: Por tu causa estamos expuestos a la muerte todo el día, somos como ovejas destinadas al matadero.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí; pues he trabajado más que los demás; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.


Pues ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Simples servidores, por medio de los cuales habéis abrazado la fe, según la medida que Dios ha repartido a cada uno.


Que la gente nos tenga como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.


Hasta ahora padecemos hambre, sed y falta de ropa. Somos abofeteados, andamos errantes


Pues creo que Dios nos ha presentado a nosotros, los apóstoles, como lo último, como condenados a muerte, porque hemos llegado a ser el espectáculo del mundo, de los ángeles y de los hombres.


Sólo os fijáis en las apariencias. Si alguno se precia de ser de Cristo, piense que yo lo soy tanto como él;


Pero yo creo que en nada soy inferior a esos eminentes apóstoles.


que me ha capacitado para ser ministro de la nueva alianza; no de la letra, sino del espíritu, pues la letra mata, pero el espíritu da vida.


Porque, viviendo, estamos siempre expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal.


como desconocidos, aunque conocidos; como moribundos, aunque estamos vivos; como castigados, aunque sin ser condenados a la muerte;


Que en adelante nadie me haga sufrir más, que bastante tengo con llevar marcadas en mi cuerpo las señales de Jesús, el Señor.


Por esto yo, Pablo, estoy preso por Cristo Jesús para bien de vosotros, los paganos;


Yo -que estoy preso por la causa del Señor- os pido que caminéis de una manera digna de la vocación que habéis recibido.


del que soy un embajador encadenado, hablando con valor y como debo hacerlo.


hasta el punto de que en palacio y en todo lugar es notorio que llevo las cadenas de Cristo;


Y aunque tuviera que derramar mi sangre como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me gozo y congratulo con todos vosotros.


Ahora me alegro de sufrir por vosotros, y por mi parte completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia,


con miras a lo cual me fatigo y lucho apoyado en la fuerza de Cristo, que obra poderosamente en mí.


y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios en el evangelio de Cristo, con la misión de confortaros y alentaros en vuestra fe,


Serás buen ministro de Cristo Jesús si enseñas estas cosas a los hermanos, alimentando tu espíritu con las enseñanzas de la fe y de la buena doctrina, de que tan fiel discípulo te has mostrado.


Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque muchas veces me ha reconfortado y no se avergonzó de mis cadenas,


Así pues, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero. Al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el evangelio, con la ayuda del poder de Dios,


y por el que sufro estas cadenas, como si fuera un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada.


en las persecuciones y en los sufrimientos que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, donde tantas penalidades tuve que sufrir; pero de todas ellas me libró el Señor.


prefiero apelar a tu amor. Yo, Pablo, viejo ya y ahora, además, preso por Cristo Jesús,


Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente.