Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: 'Dame hijos, si no me muero'.
1 Samuel 1:10 - Biblia Martin Nieto Ella, con el alma llena de amargura y bañada en lágrimas, se puso a rezar al Señor, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. Biblia Nueva Traducción Viviente Ana, con una profunda angustia, lloraba amargamente mientras oraba al Señor Biblia Católica (Latinoamericana) Muy apenada rezó a Yavé sin dejar de llorar;' La Biblia Textual 3a Edicion ella, con amargura de alma, suplicó a YHVH y lloró efusivamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella, llena de amargura, se puso a orar a Yahveh entre sollozos Biblia Reina Valera Gómez (2023) ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. |
Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: 'Dame hijos, si no me muero'.
Cuando llegaron a la era de Atad, al otro lado del Jordán, hicieron grandes y solemnes funerales; y José guardó por su padre un luto de siete días.
Apenas terminó él de hablar, cuando llegaron los hijos del rey, que se pusieron a llorar a voz en grito. También el rey y sus servidores lloraron con gran llanto.
Y añadió: 'Tú conoces a tu padre y a sus hombres; son valientes y están furiosos como una osa a la que se ha quitado la cría en el campo. Tu padre es un guerrero y no pasará la noche con el pueblo.
'¡Ay, Señor! Acuérdate de que me he conducido en tu servicio con fidelidad y de todo corazón, y he hecho lo que es justo a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar amargamente.
Mi alma siente asco de mi vida; quiero dar libre curso a mis lamentos, derramaré la amargura de mi alma.
Por eso no cerraré mi boca, voy a quejarme en la amargura de mi alma.
invócame cuando estés angustiado; yo te libraré y tú deberás glorificarme'.
si me llama, yo le responderé, estaré con él en la desgracia, lo libraré y lo llenaré de honores;
El corazón conoce sus propias amarguras, y en su alegría no puede participar el extraño.
¿Qué diré? ¿De qué le voy a hablar? Es él quien actúa. Terminaré el curso de mis años, pasada la amargura de mi alma.
Sí, como a una mujer abandonada y desolada te ha requerido el Señor. A la esposa tomada en la juventud, ¿se la puede rechazar? - dice tu Dios-.
Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio.
No lloréis al que está muerto, no hagáis duelo por él; llorad amargamente por el que parte, porque no volverá más, no verá más la tierra en que nació.
Entró en agonía, y oraba más intensamente; sudaba como gotas de sangre, que corrían por el suelo.
Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;
El pueblo fue a Betel y estuvo allí hasta la tarde ante Dios, levantando su voz y haciendo gran llanto, y decían:
Ella decía: 'No me llaméis Noemí; llamadme Mara, porque el todopoderoso me ha llenado de amargura.
y le hizo esta promesa: '¡Oh Señor todopoderoso!, si quieres mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo lo consagraré al Señor por todos los días de su vida, y la navaja no pasará por su cabeza'.
Después que comieron y bebieron en Silo, Ana se levantó y se puso ante el Señor, mientras Elí, el sacerdote, estaba sentado en su silla ante la puerta del santuario del Señor.