Y aun esto es todavía poco para ti, Señor, y extiendes también tu promesa a la casa de tu siervo para un futuro lejano, para la duración misma de la humanidad.
1 Juan 3:1 - Biblia Martin Nieto Mirad qué gran amor nos ha dado el Padre al hacer que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos de verdad. Si el mundo no nos conoce, es porque no le ha conocido a él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Biblia Nueva Traducción Viviente Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él. Biblia Católica (Latinoamericana) Miren qué amor tan singular nos ha tenido el Padre: que no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Mirad qué clase de° amor! El Padre nos ha concedido que seamos llamados hijos de Dios,° y lo somos;° por esto no nos conoce el mundo, porque tampoco lo conoció a Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ved qué gran amor nos ha dado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios. ¡Y lo somos! Por eso no os conoce el mundo, porque no lo conoció a él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. |
Y aun esto es todavía poco para ti, Señor, y extiendes también tu promesa a la casa de tu siervo para un futuro lejano, para la duración misma de la humanidad.
enmudezcan los labios mentirosos, que hablan al justo con insolencia, con arrogancia y con desprecio.
Y yo me decía: ¿Te contaré entre mis hijos y te daré un país de delicias, la heredad más preciosa de las naciones? Yo pensaba: Me llamarás padre, y ya no te alejarás de mí.
Ya no pueden morir, pues son como los ángeles, hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
A todos los que lo reciben, / a los que creen en su nombre, / les da el ser hijos de Dios; /
y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Todas estas cosas harán con vosotros por mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado'.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo sí te he conocido; y ellos han reconocido que tú me has enviado.
'Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
pero Dios mostró su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Porque la creación está aguardando en anhelante espera la manifestación de los hijos de Dios,
de que la creación será librada de la esclavitud de la destrucción para ser admitida a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
El que no perdonó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente con él todas las cosas?
seré para vosotros Padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.
Y si vosotros sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.
Vosotros sois los hijos del Señor, vuestro Dios. No os haréis cortaduras ni os raparéis el pelo de la frente por un muerto.
Vosotros habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
En esto se distinguen los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es de Dios, ni el que no ama a su hermano.
Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es.
En esto consiste la perfección del amor en nosotros: en que tenemos confianza absoluta en el día del juicio; porque como es él, así somos nosotros en este mundo.
El vencedor heredará estas cosas; yo seré su Dios, y él será mi hijo.