El dinero de los sacrificios penitenciales y el de los sacrificios por el pecado no iba a parar al templo, sino que era para los sacerdotes.
Números 18:8 - Nueva Biblia Española (1975) El Señor dijo a Aarón: Yo te doy lo que se guarda de mis tributos. Lo que los israelitas consagran te lo doy a ti y a tus hijos, como privilegio de la unción. Es derecho perpetuo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también el cuidado de mis ofrendas; todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dio más instrucciones a Aarón: «Yo mismo te he puesto a cargo de todas las ofrendas sagradas que me trae el pueblo de Israel. A ti y a tus hijos les he dado todas estas ofrendas consagradas como su porción perpetua. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Aarón: 'Te doy la parte que se reserva para mí de todas las ofrendas de los israelitas. Te la doy debido a la consagración que recibieron tú y tus hijos: es una ley perpetua. La Biblia Textual 3a Edicion Y habló YHVH a Aarón: He aquí, Yo te he dado la custodia de mis ofrendas alzadas. Todas las cosas que los hijos de Israel consagran te las he dado a ti y a tus hijos en virtud de la unción, por estatuto perpetuo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Yahveh a Aarón: 'Yo te encomiendo la custodia de lo que debe reservarse para mí de todas las ofrendas sagradas de los israelitas; y te las entrego a ti, a causa de la unción, y también a tus hijos, por ley perpetua. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas: elevadas todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo. |
El dinero de los sacrificios penitenciales y el de los sacrificios por el pecado no iba a parar al templo, sino que era para los sacerdotes.
A los habitantes de Jerusalén les ordenó ayudar económicamente a los sacerdotes y levitas para que pudieran dedicarse a la Ley del Señor.
Cuando se difundió la orden, los israelitas recogieron las primicias del trigo, del mosto, del aceite, de la miel y de todos los productos agrícolas y entregaron abundantes diezmos de todo.
Aarón y sus hijos los llevarán cuando entren en la tienda del encuentro o cuando se acerquen al altar para oficiar: así no incurrirán en culpa y no morirán. Ley perpetua para Aarón y sus descendientes.
Tomarás sangre del altar y aceite de la unción y salpicarás a Aarón y sus vestidos, a los hijos de Aarón y sus vestidos. Así se consagrarán Aarón con sus vestidos, sus hijos con sus vestidos,
les pertenece a Aarón y a sus hijos como porción perpetua de parte de los israelitas; porque es el tributo, tomado de los sacrificios de comunión que los israelitas ofrecen al Señor.
Los ornamentos sagrados de Aarón los heredarán sus hijos, para vestirlos durante su unción y consagración.
Vestirás a Aarón los ornamentos sagrados, lo ungirás y lo consagrarás sacerdote mío.
los ungirás como ungiste a su padre, para que sean mis sacerdotes. La unción les conferirá el sacerdocio perpetuo en todas sus generaciones.
Aquel día su carga resbalará de tu hombro, arrancarán su yugo de tu cuello. Sube del lado de Rimón',
El sumo sacerdote, escogido entre sus hermanos, sobre cuya cabeza ha sido derramado el aceite de la unción y que ha sido consagrado con la investidura de los ornamentos, no irá despeinado ni harapiento.
El sacerdote lo agitará ritualmente, junto con el pan de las primicias, en presencia del Señor. Es porción santa del Señor, para el sacerdote.
Se comerá sin levadura, en lugar sagrado, en el atrio de la tienda del encuentro lo comerán.
La pueden comer todos los varones aaronitas: es su porción de las oblaciones del Señor, en las sucesivas generaciones. El que las toque queda consagrado.
Ofrenda de Aarón y sus hijos el día de su unción: Veintidós decilitros de flor de harina como ofrenda permanente, la mitad por la mañana y la mitad al atardecer.
El sacerdote que la ofrece la comerá. Se comerá en lugar sagrado, en el atrio de la tienda del encuentro.
De todas estas oblaciones se ofrecerá una en tributo al Señor. Ella le pertenece al sacerdote que roció con la sangre de la víctima.
Lo puede comer todo sacerdote varón; se comerá en lugar sagrado. Es porción sagrada.
Moisés tomó el aceite de la unción y sangre del altar y salpicó sobre Aarón y sus vestidos, sobre los hijos de Aarón y sus vestidos, y así los consagró.
De lo sagrado y de las oblaciones que no se queman te. corresponde lo siguiente: todas las ofertas, las ofrendas, los sacrificios expiatorios y los sacrificios penitenciales que me ofrezcan. Son cosa sagrada, que te corresponde a ti y a tus hijos.
El tributo sagrado que los israelitas llevan al sacerdote será para él.
Pues también el Señor dio instrucciones a los que anuncian el evangelio diciéndoles que vivieran de su predicación.
llevarán al lugar que se elija el Señor, su Dios, para morada de su nombre, todo lo que les tengo ordenado: sus holocaustos, sacrificios, diezmos, ofertas y lo mejor de los votos que hayan hecho al Señor,
Allí ofrecerán sus holocaustos y sacrificios: los diezmos y ofertas, votos y ofrendas voluntarias y los primogénitos de sus reses y ovejas.
Los sacerdotes levitas, la tribu entera de Leví, no se repartirán la herencia con Israel; comerán de la heredad del Señor, de sus oblaciones;
recitarás ante el Señor, tu Dios: 'He apartado de mí casa lo consagrado: se lo he dado al levita, al emigrante, al huérfano y a la viuda, según el precepto que me diste. No he quebrantado ni olvidado ningún precepto.
Has amado la justicia y odiado la iniquidad; por eso Dios, tu Dios, te ha distinguido de tus compañeros ungiéndote con perfume de fiesta”.
A ustedes, además, el Consagrado les confirió una unción y todos tienen ya conocimiento.
Además, la unción con que él los ungió sigue con ustedes y no necesitan otros maestros. No, como esa unción suya, que es realidad, no ilusión, les va enseñando en cada circunstancia aquello mismo que les había enseñado, siguen con él.