Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia de Dios va llena de agua, preparas sus trigales,
Lucas 7:16 - Nueva Biblia Española (1975) Todos quedaron atemorizados y alababan a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Un gran temor se apoderó de la multitud, y alababan a Dios diciendo: «Un profeta poderoso se ha levantado entre nosotros» y «Dios ha visitado hoy a su pueblo». Biblia Católica (Latinoamericana) Un santo temor se apoderó de todos y alababan a Dios, diciendo: 'Es un gran profeta el que nos ha llegado. Dios ha visitado a su pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Y un gran temor los sobrecogió, y glorificaban a Dios, diciendo: ¡Un gran profeta se ha levantado entre nosotros y Dios ha visitado a su pueblo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos quedaron sobrecogidos de temor y glorificaban a Dios, diciendo: 'Un gran profeta ha surgido entre nosotros; Dios ha visitado a su pueblo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. |
Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia de Dios va llena de agua, preparas sus trigales,
El pueblo creyó, y al oír que el Señor se ocupaba de los israelitas y se fijaba en su opresión, se inclinaron y se postraron.
Jerusalén será título de gozo, alabanza y honor, para mí y para todas las naciones de la tierra que oigan contar todo el bien que les he hecho, y los temerán y respetarán, por todo el bien y la paz que les he dado.
La gente estaba admirada viendo que los mudos hablaban, los lisiados se curaban, los cojos andaban y los ciegos veían; y alababan al Dios de Israel.
La gente contestaba: Este es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.
Con miedo, pero con mucha alegría, se marcharon a toda prisa del sepulcro y corrieron a anunciárselo a los discípulos.
Al ver esto, el gentío quedó sobrecogido y alababa a Dios, que ha dado a los hombres tal autoridad.
Toda la vecindad quedó impresionada; corrió la noticia por toda la sierra de Judea
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido él a liberar a su pueblo,
te arrasen con tus hijos dentro, y no dejen piedra sobre piedra, porque no reconociste la oportunidad que Dios te daba.
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído; tal y como se lo habían dicho.
El les preguntó: ¿De qué? Contestaron: De lo de Jesús Nazareno, que resultó ser un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo;
Todos quedaron asombrados y alababan a Dios, diciendo espantados: Hoy hemos visto cosas increíbles.
Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús, se lo entregó a su madre.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí mismo: Este, si fuera profeta, sabría quién es y qué clase de mujer la que lo está tocando: una pecadora.
Toda la población de la comarca de los gerasenos, muerta de miedo, le pidió que se marchara de allí. Jesús se embarcó y se volvió.
Contestaron ellos: Juan Bautista; otros, en cambio, que Elías, y otros un profeta de los antiguos que ha vuelto a la vida.
Le preguntaron: Entonces, ¿qué? ¿eres tú Elías? Contestó él: No lo soy. ¿Eres tú el profeta? Respondió: No.
y le preguntaron: Entonces, ¿por qué bautizas, si no eres tú el Mesías ni Elías ni el Profeta?
Aquellos hombres, al ver la señal que había realizado, decían: Ciertamente éste es el Profeta, el que tenía que venir al mundo.
Le preguntaron otra vez al ciego: A ti te ha abierto los ojos, ¿qué piensas tú de él? El respondió: Es un profeta.
A estas palabras Ananías cayó al suelo y expiró y todos los que se enteraban quedaban sobrecogidos.
Fue Moisés quien dijo a los israelitas: 'Dios suscitará entre sus hermanos un profeta como yo”.
Un profeta de los tuyos, de tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios; a él le escucharán.