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Jueces 7:12 - Nueva Biblia Española (1975)

Madianitas, amalecitas y orientales estaban tumbados por el valle, numerosos como langostas; sus camellos eran incontables, como la arena de la playa.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los ejércitos de Madián, de Amalec y del pueblo del oriente se habían establecido en el valle como un enjambre de langostas. Sus camellos eran como los granos de arena a la orilla del mar, ¡imposibles de contar!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Estos se habían instalado en toda la llanura junto con Amalec y todos los hijos de Oriente. Hormigueaban como las langostas y sus camellos eran tan numerosos como la arena de la orilla del mar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Madián y Amalec, con todos los orientales, estaban esparcidos por el valle como multitud de langostas, y sus camellos eran incontables como la arena que está a la orilla del mar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los madianitas, los amalecitas y todos los hijos de oriente habían caído sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables, como las arenas de las orillas del mar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

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Jueces 7:12
16 Tagairtí Cros  

Los israelitas, después de pasar revista y aprovisionarse, salieron a su encuentro y acamparon frente a ellos; parecían un rebaño de cabras, mientras que los sirios cubrían la llanura.


La sabiduría de Salomón superó a la de los sabios de Oriente y de Egipto.


¡Dichosos los que se refugian en él!


No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza,


Por muchos e incontables que sean, aunque sean más que la langosta,


Salieron con todos sus ejércitos, una tropa numerosa como la arena de la playa, muchísimos caballos y carros.


Cuando los israelitas sembraban, los madianitas, los amalecitas y los orientales venían a hostigarlos;


Los madianitas, los amalecitas y los orientales se aliaron, cruzaron el río y acamparon en la llanura de Yezrael.


porque venían con sus rebaños y sus tiendas, numerosos como langostas, hombres y camellos sin número, e invadían la comarca, asolándola.


Al acercarse Gedeón, casualmente estaba uno contando un sueño al compañero: Mira lo que he soñado: una hogaza de pan de cebada venía rodando contra el campamento de Madián, llegó a la tienda, chocó contra ella, la empujó hacia arriba y la tienda cayó.


Zébaj y Salmuná estaban en Carcor con sus tropas, unos quince mil hombres. Era todo lo que quedaba de los soldados de los orientales, pues las bajas habían sido ciento veinte mil.


Los filisteos se concentraron para la guerra contra Israel: tres mil carros, seis mil jinetes e infantería numerosa como la arena de la playa, y fueron a acampar junto a Micmás, al este de Betavén.


David recobró todo lo que habían robado los amalecitas, incluidas sus dos mujeres.