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1 Samuel 13:5 - Nueva Biblia Española (1975)

5 Los filisteos se concentraron para la guerra contra Israel: tres mil carros, seis mil jinetes e infantería numerosa como la arena de la playa, y fueron a acampar junto a Micmás, al este de Betavén.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Los filisteos reunieron un ejército poderoso de tres mil carros de guerra, seis mil hombres para conducirlos, y ¡tantos guerreros como los granos de arena a la orilla del mar! Acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Los filisteos se movilizaron para atacar a Israel. Tenían tres mil carros y seis mil jinetes, su pueblo era tan numeroso como la arena de la orilla del mar. Subieron para acampar en Micmás, al este de Bet-Avén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y se reunieron los filisteos para guerrear contra Israel: treinta mil° carros y seis mil jinetes, y gente en multitud como la arena que está a la orilla del mar, los cuales subieron y acamparon en Micmás, al oriente de Bet-aven.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Los filisteos, por su parte, se congregaron para hacer la guerra a Israel: tres mil carros, seis mil jinetes y tropa tan numerosa como la arena que hay a orillas del mar. Subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Avén.

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1 Samuel 13:5
21 Tagairtí Cros  

te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos.


Yo aconsejo lo siguiente: concentra aquí a todo Israel, desde Dan hasta Berseba, numerosos como la arena de la playa, y tú en persona sal con ellos.


Los israelitas, después de pasar revista y aprovisionarse, salieron a su encuentro y acamparon frente a ellos; parecían un rebaño de cabras, mientras que los sirios cubrían la llanura.


Pues bien, Señor Dios, mantén la promesa que hiciste a mi padre, David, porque tú has sido quien me ha hecho reinar sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.


llega hasta Ayat, atraviesa Migrón, revista las armas en Micmás.


tu descendencia sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas; tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.


Las viudas que dejé eran como la arena de la playa, conduje en pleno día un devastador contra la madre y el joven, les metí de repente pánico y turbación,


Los vecinos de Samaria tiemblan por el novillo de Betavén, el pueblo y los sacerdotes hacen duelo a su Dios, se revuelcan porque su gloria ha marchado al destierro:


Eres madre prostituida, Israel, ¡que no lo pague Judá! No vayan a Guilgal, no suban a Betavén, no juren '¡vive el Señor!'.


Toquen la corneta en Gabá, la trompeta en Rama, lancen el grito de guerra en Betavén: '¡Que te persiguen, Benjamín!'.


Isaías, por su parte, clama a propósito de Israel: Aunque el número de los hijos de Israel fuera como la arena del mar, se salvará sólo el residuo;


Salieron con todos sus ejércitos, una tropa numerosa como la arena de la playa, muchísimos caballos y carros.


Su límite norte partía del Jordán, subía por la vertiente norte de Jericó, luego el monte hacia el oeste y terminaba en el páramo de Betavén.


Josué envió gente desde Jericó hacia Ay, al este de Betel, con esta orden: Vayan a reconocer la comarca.


Madianitas, amalecitas y orientales estaban tumbados por el valle, numerosos como langostas; sus camellos eran incontables, como la arena de la playa.


Contestó: vi. que la gente se me dispersaba y tú no venías en el plazo señalado, y los filisteos se concentraban frente a Micmás,


Seleccionó a tres mil hombres de Israel: dos mil estaban con él en Micmás y la montaña de Betel, y mil estaban con Jonatán en Loma de Benjamín, AI resto del ejército lo licenció.


El Señor salvó aquel día a Israel. La lucha llegó hasta Betavén.


Durante todo el reinado de Saúl hubo guerra abierta contra los filisteos. A todo joven valiente y aguerrido que veía, Saúl lo enrolaba en su ejército.


Los filisteos reunieron su ejército para la guerra; se concentraron en Vallado de Judá y acamparon entre Vallado y Cavada, en Fesdamín.


Los filisteos tuvieron que someterse, y no volvieron a invadir el territorio israelita. Mientras vivió Samuel, la mano del Señor pesó sobre ellos.


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