Jueces 16:5 - Nueva Biblia Española (1975) Los príncipes filisteos fueron a visitarla y le dijeron: Sedúcelo y averigua en qué está su gran fuerza y cómo nos apoderaríamos de él para sujetarlo y domarlo. Te daremos cada uno mil cien siclos de plata. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata. Biblia Nueva Traducción Viviente Los gobernantes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: «Seduce a Sansón para que te diga qué lo hace tan fuerte, y cómo es posible dominarlo y atarlo sin que se suelte. Luego, cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata». Biblia Católica (Latinoamericana) Los jefes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: 'Sedúcelo con tus encantos y trata de averiguar de dónde le viene esa fuerza tan grande y cómo podríamos dominarlo, amarrarlo y domarlo. Cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata'. La Biblia Textual 3a Edicion Y los jefes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Sedúcelo para ver en qué consiste su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo, para atarlo y sujetarlo, y cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los príncipes de los filisteos fueron donde ella y le dijeron: 'Sedúcelo y averigua cuál es el secreto de su gran fuerza, y cómo podríamos nosotros con él, para atarlo y tenerlo sujeto. Te daríamos cada uno mil cien siclos de plata'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale y mira en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata. |
sus manos son buenas para la maldad: el príncipe exige, el juez se soborna, el poderoso declara sus ambiciones;
y les propuso: ¿Cuánto están dispuestos a darme si se lo entrego? Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata'.
desde el Sijor, en tierra de Egipto, hasta el término de Ecrón, al norte, zona considerada como cananea; más los cinco principados filisteos (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat, Ecrón)
Al cuarto día le dijeron a la mujer de Sansón: Engaña a tu marido, a ver si nos enteramos de la solución, que si no, te quemamos a ti y a la casa de tu padre. ¿O nos han invitado para dejarnos sin nada?
Más tarde se enamoró Sansón de una mujer de Vallesorec, llamada Dalila.
Dalila le dijo a Sansón: Anda, dime el secreto de tu gran fuerza y cómo se te podría sujetar y domar.
Un día dijo a su madre: Aquellos mil cien siclos que te desaparecieron, por los que echaste una maldición en mi presencia, mira, ese dinero lo tengo yo, lo tomé yo.
los cinco principados filisteos, todos los cananeos, fenicios e hititas que habitan el Líbano, desde la cordillera de Baal Hermón hasta el Paso de Jamat.
Aquís llamó entonces a David, y le dijo: ¡Vive Dios, que eres honrado y no tengo queja de tu comportamiento en el ejército! No tengo nada que reprocharte desde que entraste en mi territorio hasta hoy, pero los príncipes no te ven con buenos ojos;