Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Juan 5:19 - Nueva Biblia Española (1975)

Sabemos que somos de Dios, mientras el mundo entero está en poder del malo.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo que nos rodea está controlado por el maligno.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sabemos que somos de Dios, mientras el mundo entero está bajo el poder del Maligno.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Sabemos que procedemos de Dios, y el mundo entero yace bajo el dominio del maligno;

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está sometido al Maligno.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero yace en maldad.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Juan 5:19
29 Tagairtí Cros  

y le dijo: Te daré todo ese poder y esa gloria, porque me lo han dado a mí y yo lo doy a quien quiero;


Ahora hay ya una sentencia contra el orden éste, ahora, el jefe del orden éste va a ser echado fuera,


Ya no hay tiempo para hablar largo, porque está para llegar el jefe de este mundo. No es que él pueda nada contra mí,


por último, sentencia, y la prueba es que el jefe del orden éste está ya condenado. '


no te ruego que te los lleves del mundo, sino que los guardes de la maldad.


Ese mismo Espíritu le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios;


Mi orgullo es el testimonio de mi conciencia; ella me asegura que trato con todo el mundo, y no digamos con ustedes, con la sinceridad y candor que Dios da, y no por saber humano, sino por gracia de Dios,


pues por su incredulidad el dios del mundo éste les ha cegado la mente y no distinguen el resplandor de la buena noticia del Mesías glorioso, imagen de Dios.


Es que sabemos que si nuestra morada terrestre, esta tienda de campaña, se derrumba, tenemos un edificio que viene de Dios, una morada eterna, en el cielo, no construida por hombres;


que se entregó por nuestros pecados para librarnos de este perverso mundo presente, conforme al designio de Dios nuestro Padre.


pues tal era antes su conducta, siguiendo el genio


pero no me siento derrotado, pues sé en quién he confiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.


porque antes también nosotros con nuestra insensatez y obstinación íbamos fuera de camino: éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida haciendo daño y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros.


Idólatras, ¿no saben que la amistad con el mundo es hostilidad contra Dios? Por tanto, quien decide ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.


Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. No amar es quedarse en la muerte,


Quien cumple sus mandamientos está con Dios y Dios con él, y así, gracias al Espíritu que nos dio, conocemos que Dios está con nosotros.


Quien cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. El que no da fe a Dios lo deja por embustero, negándose a creer el testimonio que ha dejado él de su Hijo.


Me he propuesto con esta carta que ustedes, los que creen en el Hijo de Dios, estén ciertos de que tienen vida eterna.


y al estar ciertos de que él escucha cualquier cosa que le pidamos, estamos ciertos de que obtenemos lo que le hemos pedido.


Sabemos que todo el que ha nacido de Dios y lo vive, no peca; no, lo guarda el que nació de Dios y el malo no puede tocarlo.


Sabemos que ha venido el Hijo de Dios y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero, y estamos con el verdadero, gracias a su Hijo, Jesús el Mesías. Ese es el verdadero Dios y vida eterna.


al gran dragón, a la serpiente primordial que se llama diablo y Satanás y extravía a la tierra entera, lo precipitaron a la tierra y precipitaron a sus ángeles con él.


Lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que estar suelto por un poco de tiempo.