me aferraré a mi inocencia sin ceder: la conciencia no me reprocha ni uno de mis días.
1 Juan 3:20 - Nueva Biblia Española (1975) y eso aunque nuestra conciencia nos condene, pues por encima de nuestra conciencia está Dios, que lo sabe todo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos y él lo sabe todo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues si nuestra conciencia nos reprocha, pensemos que Dios es más grande que nuestra conciencia, y que lo conoce todo. La Biblia Textual 3a Edicion pues si nuestro corazón nos condena, mayor que nuestro corazón es Dios,° y Él conoce todas las cosas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 aun cuando nuestra conciencia nos reprenda, porque Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todas las cosas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y Él conoce todas las cosas. |
me aferraré a mi inocencia sin ceder: la conciencia no me reprocha ni uno de mis días.
Protesto: en eso no tienes razón, porque Dios es más grande que el hombre.
Pusiste nuestras culpas ante ti, nuestros secretos ante la luz de tu mirada,
Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para pagar al hombre su conducta, lo que merecen sus obras.
Porque uno se esconda en su escondrijo, ¿no lo voy a ver yo? -oráculo del Señor- , ¿no lleno yo el cielo y la tierra? -oráculo del Señor- .
Le preguntó por tercera vez: Simón de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso triste porque le había preguntado por tercera vez: '¿Me quieres?', y le contestó: Señor, tú lo sabes todo, tú conoces que te quiero. Le dijo Jesús: Lleva mis ovejas a pastar.
Al oír aquello fueron saliendo uno a uno, empezando por los más viejos, y él se quedó solo con la mujer, que seguía allí en medio.
Y ¿a quién tocará condenarlos? Al Mesías Jesús, el que murió, o, mejor dicho, resucitó, el mismo que está a la derecha de Dios, el mismo que intercede en favor nuestro.
pues aunque la conciencia no me remordiera, eso no significaría que estoy absuelto; quien me pide cuentas es el Señor.
Comprende que un individuo así está desviado y peca, condenándose él mismo.
No hay criatura que escape a su mirada, todo está desnudo y vulnerable a sus ojos, y es a ella a quien habremos de dar cuenta.
Porque cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, como no tenía a nadie superior a él por quien jurar, juró por si mismo diciendo:
De este modo sabremos que estamos de parte de la verdad y podremos apaciguar ante Dios nuestra conciencia;
Amigos míos, cuando la conciencia no nos condena, sentimos confianza para dirigirnos a Dios
Hijos, ustedes son de Dios y ya lo han vencido, porque el que está con ustedes es más fuerte que el que está con el mundo.
Alos hijos que tuvo les daré muerte; así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escruta corazones y mentes y que les voy a pagar a cada uno de ustedes conforme a sus obras.