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Juan 8:9 - Nueva Biblia Española (1975)

9 Al oír aquello fueron saliendo uno a uno, empezando por los más viejos, y él se quedó solo con la mujer, que seguía allí en medio.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Al oír eso, los acusadores se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los de más edad, hasta que quedaron solo Jesús y la mujer en medio de la multitud.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Al oír estas palabras, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta que se quedó Jesús solo con la mujer, que seguía de pie ante él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Ellos, al oírlo, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta quedar solos Jesús y la mujer, que estaba allí delante.

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Juan 8:9
22 Tagairtí Cros  

Entonces la mujer dijo a Elías: ¡No quiero nada contigo, profeta! ¿Has venido a mi casa a recordar mis culpas y matarme a mi hijo?


Luego añadió: Tú sabes todo el daño que hiciste a mi padre, David. ¡Que el Señor haga recaer tu maldad sobre ti!


El cielo revela su culpa, la tierra se subleva contra él.


que el júbilo de los malvados es efímero y la alegría del impío dura un instante?


sufran una derrota ignominiosa los que -me persiguen a muerte, vuelvan la espalda afrentados los que traman mi daño;


esto haces, ¿y me voy a callar?, ¿crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara'.


Que fracasen y se pierdan los que atentan contra mi vida, queden cubiertos de oprobio y vergüenza los que buscan mi daño.


pues sabes muy bien que tú mismo has maldecido a otros muchas veces.


Según iba diciendo esto se avergonzaban sus adversarios, mientras toda la gente se alegraba de tantas maravillas como hacía.


Se incorporó y le preguntó: ¿Dónde están los otros? ¿Ninguno te ha condenado?


Jesús les habló de nuevo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en la tiniebla, tendrá la luz de la vida.


Al amanecer se presentó de nuevo en el templo; acudió el pueblo en masa; él se sentó y se puso a enseñarles.


Los letrados y fariseos le llevaron una mujer sorprendida en adulterio, la pusieron en medio


Volvió a inclinarse y siguió escribiendo en la tierra.


y muestran que llevan escrito dentro el contenido de la Ley cuando la conciencia aporta su testimonio y dialogan sus pensamientos condenando o aprobando.


Diciendo que no se cometa adulterio, ¿adulteras tú? Teniendo horror de los ídolos, ¿te aprovechas de sus templos?


y eso aunque nuestra conciencia nos condene, pues por encima de nuestra conciencia está Dios, que lo sabe todo.


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