se levantó de la mesa, dejó el manto, y, tomando un paño, se lo ató a la cintura.
1 Juan 3:11 - Nueva Biblia Española (1975) porque el mensaje que oyeron ustedes desde el principio fue éste: que nos amemos unos a otros, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. Biblia Nueva Traducción Viviente Este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. Biblia Católica (Latinoamericana) Debemos amarnos unos a otros, pues éste es el mensaje que ustedes han oído desde el comienzo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque éste es el mensaje que oísteis desde un principio: que nos amemos unos a otros.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. |
se levantó de la mesa, dejó el manto, y, tomando un paño, se lo ató a la cintura.
Este es el mandamiento mío, que se amen unos a otros igual que yo les he amado. '
Arrimen todos el hombro a las cargas de los otros, que con eso cumplirán la ley del Mesías.
y vivan en mutuo amor, igual que el Mesías les demostró su amor entregándose por ustedes, ofreciéndose a Dios como sacrificio fragante.
Acerca del cariño de hermanos no necesitan que les escriba, Dios mismo les enseña a amarse unos a otros,
Esa orden tiene por objeto el amor mutuo, que brota del corazón limpio, de la conciencia honrada y de la fe sentida.
Purificados ya internamente por la respuesta a la verdad, que lleva al cariño sincero por los hermanos, ámense unos a otros de corazón e intensamente.
En fin, tengan todos la misma actitud y sean compasivos, con afecto de hermanos, buen corazón y humildad.
Sobre todo, mantengan en tensión, el amor mutuo, que el amor sepulta un sinnúmero de pecados.
El anuncio que le oímos a él y que les manifestamos a ustedes es éste: que Dios es luz y que en él no hay tiniebla alguna.
Amigos míos, si Dios nos ha amado tanto, es deber nuestro amarnos unos a otros;
Y éste es precisamente el mandamiento que recibimos de él: quien ama a Dios, ame también a su hermanó.
Amigos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Pues ahora te ruego, señora -y no es que vaya a hablarte de un mandamiento nuevo, sino del que tenemos desde el principio-, que nos amemos unos a otros.