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1 Timoteo 1:5 - Nueva Biblia Española (1975)

5 Esa orden tiene por objeto el amor mutuo, que brota del corazón limpio, de la conciencia honrada y de la fe sentida.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 El propósito de mi instrucción es que todos los creyentes sean llenos del amor que brota de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El fin de nuestra predicación es al amor que procede de una mente limpia, de una conciencia recta y de una fe sincera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 El propósito de este mandamiento° es el amor nacido de un corazón puro, de buena conciencia y de una fe no fingida,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 La finalidad de esta instrucción es el amor, que procede de un corazón puro, de una conciencia sana y de una fe sincera.

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1 Timoteo 1:5
43 Tagairtí Cros  

El de manos inocentes y puro corazón, el que no se dirige a los ídolos ni jura en falso.


Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme;


Jerusalén, lava tu corazón de maldades, para salvarte, ¿hasta cuándo anidarán en tu pecho planes criminales?


pensando: 'Quizá escarmiente y me tema, y no perezca su morada cuando yo le tome cuentas'; pero ellos madrugaban para pervertir sus acciones.


el hombre bueno saca cosas buenas de su almacén de bondad; el hombre malvado saca cosas malas de su almacén de maldad.


Dichosos los limpios de corazón, porque ésos van a ver a Dios.


Sin hacer distinción alguna entre ellos y nosotros, ha purificado sus corazones con la fe.


Pablo, mirando al Consejo, dijo: Hermanos, yo hasta ahora he procedido con Dios con la mejor conciencia.


Por eso también me esfuerzo yo por conservar siempre una conciencia irreprochable ante Dios y ante los hombres.


Porque el fin de la Ley es el Mesías, y con eso se rehabilita a todo el que cree.


El amor, sin ficciones: aborrezcan lo malo y apéguense a lo bueno.


Ahora que, si por comer de algo, hieres a tu hermano, ya no estás procediendo como pide el amor. Que por comer tú no se pierda uno por quien el Mesías murió.


Como cristiano que soy, digo la verdad, no miento; me lo asegura mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo:


Ya puedo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles que, si no tengo amor, no paso de ser una campana ruidosa o unos platillos estridentes.


Mi orgullo es el testimonio de mi conciencia; ella me asegura que trato con todo el mundo, y no digamos con ustedes, con la sinceridad y candor que Dios da, y no por saber humano, sino por gracia de Dios,


En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, tolerancia, agrado, generosidad, fidelidad,


pues como cristianos da lo mismo estar circuncidado o no estarlo; lo que vale es una fe que se traduce en amor.


Ahora, Israel, ¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? Que respetes al Señor, tu Dios; que sigas sus caminos y lo ames; que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma;


Te encomiendo dar estas instrucciones, Timoteo, hijo mío, ateniéndome a aquellos mensajes inspirados que se referían a ti; apoyado en ellos presta servicio en este noble combate,


armado de fe y de conciencia honrada. Algunos se desentendieron de ella y han naufragado en la fe,


conservando la fe revelada con una conciencia limpia.


Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia, como aprendí de mis antepasados, cuando te encomiendo en mis oraciones noche y día.'


refrescando la memoria de tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y que estoy seguro tienes también tú.


Huye de las pasiones juveniles, sé cuidadoso en la rectitud y la fidelidad, en el amor fraterno y la paz con los que invocan al Señor limpiamente.


Todo es limpio para los limpios; en cambio, para los sucios y faltos de fe no hay nada limpio: hasta la mente y la conciencia la tienen sucia.


Acerquémonos, pues, con sinceridad y plenitud de fe, purificados en lo íntimo de toda conciencia de mal y lavados por fuera con un agua pura;


frecen por nosotros: estamos convencidos de tener la conciencia limpia, ya que nuestra voluntad es proceder en todo noblemente;


¿cuánto más la sangre del Mesías, que con espíritu irrevocable se ofreció él mismo a Dios como sacrificio sin defecto, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que demos culto al Dios vivo?


Acérquense a Dios y él se les acercará: lávense las manos, pecadores; purifíquense el corazón, indecisos.


Purificados ya internamente por la respuesta a la verdad, que lleva al cariño sincero por los hermanos, ámense unos a otros de corazón e intensamente.


pero con buenos modos y respeto y teniendo la conciencia limpia. Así, ya que los difaman, los que critican su buena conducta cristiana quedarán en mal lugar.


a la que corresponde el bautismo que ahora los salva a ustedes; no el hecho de quitarse una suciedad corporal, sino el compromiso con Dios de una conciencia honrada, fundado en la resurrección de Jesús el Mesías,


Sobre todo, mantengan en tensión, el amor mutuo, que el amor sepulta un sinnúmero de pecados.


a la piedad el cariño fraterno, al cariño fraterno el amor.


Con esto queda claro quiénes son los hijos de Dios y quiénes los hijos del diablo. Quien no practica la justicia, o sea, quien no ama a su hermano, no es de Dios;


Y su mandamiento es éste: que demos fe a su Hijo Jesús, el Mesías, y nos amemos unos a otros como él nos mandó.


Todo el que tiene puesta en Jesús esta esperanza se purifica, para ser puro como él lo es.


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