Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción de gracias,
y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesús el Mesías.
¡Regocijaos siempre!
Orad sin cesar.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Jesús el Mesías.
Clama a mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
y dijo: En mi angustia invoqué a YHVH, Y Él me respondió; Del vientre del Seol pedí socorro, Y Tú escuchaste mi voz.
Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; en verdad, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
Confesaos pues los pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La petición eficaz del justo puede mucho.
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Pero hacia la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos escuchaban.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y se os hará.
Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo me° pedís en mi nombre, Yo lo haré.
Y asimismo, también el Espíritu ayuda nuestra debilidad, pues no sabemos qué orar° como conviene, pero el mismo Espíritu intercede° con gemidos indecibles;
Y oró Eliseo diciendo: ¡Oh YHVH, te ruego que abras sus ojos para que vea! Y YHVH abrió los ojos del siervo, y miró, y he aquí el monte estaba repleto de caballos y carros° de fuego alrededor de Eliseo.
Y YHVH le dijo: He escuchado tu oración y tu súplica que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi Nombre en ella para siempre. Mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.
Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, Él nos escucha.
Y si sabemos que nos escucha en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.°
Y al orar por sus amigos, YHVH restauró a Job de su cautividad, y aumentó YHVH al doble todo lo que Job había poseído.
Alarmado, me dije: ¡Cortado fui de tu presencia! Pero Tú oíste la voz de mis súplicas cuando clamé a ti.
Y cuando ellos oraron, el lugar en que estaban congregados tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Por esto os digo: Todo cuanto oráis y pedís, creed que lo recibisteis,° y lo obtendréis.
Y orando, no parloteéis° como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
q Cercano está YHVH a todos los que lo invocan, A todos los que lo invocan sinceramente.
regocijándoos en la esperanza, sufridos en la tribulación, perseverando en la oración;
Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.
Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abre.
En mi angustia invoqué a YHVH, clamé a mi Dios; Y Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor delante de su presencia llegó a sus oídos.
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento interior, cierra con llave tu puerta° y ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Y aconteció que el padre de Publio yacía° en cama, enfermo de fiebre y disentería; y entrando Pablo a verlo, después de orar, le impuso las manos y lo sanó.°
Y si sabemos que nos escucha en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.°
Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar, impelida y zarandeada por el viento.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que Yo os elegí y os puse para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé.
De día YHVH enviará su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo. Oración al Dios de mi vida:
Entonces Pedro, sacando a todos, y puesto de rodillas,° oró; y volviéndose hacia el cuerpo, dijo: ¡Tabitá, levántate! Y ella abrió sus ojos, y viendo a Pedro, se incorporó.
¡Oh amado, anhelo que en todas las cosas seas prosperado y tengas salud, así como prospera tu alma!
Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción de gracias,
Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, Él nos escucha.
Salmo de David. ¡Oh YHVH, escucha mi oración! Por tu fidelidad atiende a mi súplica, Por tu justicia, respóndeme.
porque sé° que esto me resultará en liberación, por medio de vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesús el Mesías,
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Vosotros pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.
En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de sabios y entendidos, y las revelaste a los niños.
Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía ferviente oración° a Dios por él.
Y estaban dedicados constantemente a la doctrina de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a las oraciones.
Escucha mi oración, oh YHVH, Y presta oído a mi clamor; No guardes silencio ante mis lágrimas, Porque he llegado a ser un extraño para ti, Un forastero, como todos mis padres.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos hacia su oración, Pero el rostro° del Señor está contra los que hacen cosas malas.°
y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi Nombre, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Orad siempre en el Espíritu mediante toda oración y súplica, velando también para ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos,
Y si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídala al que da, a Dios, que da a todos generosamente y sin reproche,° y le será dada.
Y asimismo, también el Espíritu ayuda nuestra debilidad, pues no sabemos qué orar° como conviene, pero el mismo Espíritu intercede° con gemidos indecibles;
y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención° del Espíritu, porque intercede por los santos conforme a° Dios.
Habrá vuelto el rostro a la oración de los desamparados, Pues no habrá despreciado su ruego.
Todos éstos estaban unánimes, dedicados constantemente a la oración,° con las mujeres, y Miriam,° la madre de Jesús, y sus hermanos.°
y recibimos de parte de Él cualquier cosa que le pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos° lo que es grato ante Él.
¡Oh Dios nuestro! ¿No los castigarás Tú? Porque no hay fuerza en nosotros contra esta gran multitud que viene contra nosotros, ni sabemos qué hacer; por eso volvemos nuestros ojos a ti.
Me invocará y Yo le responderé, Con él estaré en la angustia, Lo libraré y lo glorificaré,
Amo a YHVH, pues ha escuchado mi voz y mis súplicas,
Porque ha inclinado a mí su oído, Por tanto, lo invocaré en todos mis días.
Pero sin fe es imposible agradarlo, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y que es galardonador de los que lo buscan.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo° en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecha por mi Padre que está en los cielos.
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Y al que puede hacer todas las cosas mucho más abundantemente y más allá° de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Os ruego por nuestro Señor Jesús el Mesías y por el amor del Espíritu, que me ayudéis en las oraciones por mí ante Dios,
Y Yo os digo: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta, y se os abrirá.
Porque todo el que pide, recibe, y el que busca, halla, y al que llama a la puerta, se le abre.
Me anticipé al alba y clamé, Esperé con ansias en tu palabra.
Mis ojos se anticiparon a las vigilias de la noche, Para meditar en tu palabra.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo desde mis antepasados con limpia conciencia, de cómo sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones, noche y día;