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71 Versículos de la Biblia sobre el Poder de la Lengua
Ira pierde hasta prudentes; y respuesta sumisa aparta furor; y palabra ofensiva despierta iras.
Que en muchas cosas tropezamos todos; si alguno en palabra no tropieza éste, perfecto varón, poderoso a enfrenar todo el cuerpo.
Pues lazo fuerte para el varón son los propios labios; y es prendido con los labios de la propia boca.
Así también la lengua pequeño miembro es, y muy grande se jacta(a) . He aquí cuánto(b) fuego, cuánta selva enciende;
No le(b) obedecerá el malo, no; ni hablará, no, cosa oportuna y hermosa para la comunidad.
Agua profunda, la palabra en corazón de varón; y río(a) brotará y fuente de vida(b) .
y la lengua, fuego: el mundo(c) de la iniquidad. La lengua constituida está(d) en los miembros nuestros, la que mancilla todo el cuerpo(e) e inflama el rodar de nuestra vida desde el nacer, y es inflamada(f) por la gehenna.
la lengua, empero, nadie domar puede de hombres: desasosegado mal, henchida de veneno mortífero.
Quien guarda su boca, guarda su alma; y el precipitado de labios se aterrará a sí mismo.
Ilumina mis ojos; no sea que me duerma en la muerte; no sea que diga mi enemigo: «He prevalecido contra él»;
en palabra de verdad, en virtud de Dios; por las armas de la justicia, las diestras y las siniestras(a) ;
Dios, desde el cielo, se asomó sobre los hijos de los hombres, para ver si hay quien entienda o busque a Dios.
Así también la lengua pequeño miembro es, y muy grande se jacta(a) . He aquí cuánto(b) fuego, cuánta selva enciende;
y la lengua, fuego: el mundo(c) de la iniquidad. La lengua constituida está(d) en los miembros nuestros, la que mancilla todo el cuerpo(e) e inflama el rodar de nuestra vida desde el nacer, y es inflamada(f) por la gehenna.
Y cuando os entregaren, no os solicitéis de cómo o qué hablar, pues se os dará en aquella hora qué habléis;
Si las lenguas de los hombres yo hablara y de los ángeles, pero caridad no tengo, he sido hecho bronce retumbante o címbalo estrepitoso.
Yo, empero, al molestarme ellos, vestíame saco, y humillaba en ayuno mi alma; y mi oración a mi seno retornará(a) .
(Sl. 33,13) Pues, el que quiere vida amar y ver días buenos, reprima su lengua de lo malo, y sus labios para que no hablen dolo;
apártese de mal y haga bien; busque paz y corra en pos de ella;
Yo, empero, al molestarme ellos, vestíame saco, y humillaba en ayuno mi alma; y mi oración a mi seno retornará(a) .
Como a pariente, como a hermano nuestro, así complacía(b) yo; como llorando y contristado, así me humillaba.
Si alguien cree religioso ser, no refrenando su lengua, sino engañando a su corazón(n) ; de éste, vana la religión.
Toda palabra corrompida de vuestra boca no salga, sino que, si alguna(k) buena para edificación de la necesidad(l) , para que dé gracia a los oyentes.
Engendros de víboras, ¿cómo podéis lo bueno hablar, malos siendo? pues de la abundancia del corazón la boca habla.
El buen hombre del buen tesoro lanza lo bueno; y el mal hombre del mal tesoro lanza lo malo.
Y dígoos que toda palabra ociosa(k) que hablaren los hombres, —darán de ella cuenta en el día del juicio.
Pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras, condenado.»
La palabra vuestra, siempre en gracia, con sal sazonada, que sepáis cómo debéis a cada uno responder.
Sabéis(i) , hermanos míos amados. Y sea todo hombre pronto para el oír; tardo para el hablar; tardo para ira;
Pero ahora ya deponedlo también vosotros todo: ira, enojo, malicia, blasfemia, torpe habla de la boca vuestra.
Sabéis(i) , hermanos míos amados. Y sea todo hombre pronto para el oír; tardo para el hablar; tardo para ira;
pues ira de varón justicia de Dios no obra.
Y dígoos que toda palabra ociosa(k) que hablaren los hombres, —darán de ella cuenta en el día del juicio.
Pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras, condenado.»
Mas ¿qué dice(c) ? (la Escritura). Dt. 30,14 . Cerca está de ti la palabra(d) , en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de la fe que predicamos.
El buen hombre del buen tesoro del corazón saca lo bueno; y el malo de lo malo saca lo malo; pues de abundancia de corazón habla su boca.
(Sl. 33,13) Pues, el que quiere vida amar y ver días buenos, reprima su lengua de lo malo, y sus labios para que no hablen dolo;
En mucha leña lozanea el fuego; y donde no hay iracundo, calma la contienda.
Hogar para brasas y leña para fuego; y varón maldiciente para tumulto de riña.
En ella bendecimos al Señor y Padre, y en ella maldecimos a los hombres los a semejanza de Dios hechos;
de la misma boca procede bendición y maldición. No debe, hermanos míos, esto así suceder.
El Señor me da lengua de enseñanza para conocer cuándo es necesario decir palabra; púsome al alba; dispúsome orejilla(a) de escuchar,
Dijeron en su corazón el linaje de ellos en uno: «Venid, acallemos todas las fiestas del Señor, de la tierra»—
No lo que entra en la boca, comunica(c) al hombre, sino lo que sale de la boca, esto comunica al hombre».
A insensato que pregunta sabiduría, sabiduría se le reputará; y mudo alguien haciéndose, parecerá sensato ser.
Si vieres a varón veloz en palabras, conoce que esperanza tiene más el insensato que él.
Por lo tanto, lo de la paz persigamos y lo de la edificación de los unos a los otros (guardemos).
Pues sobreviene ensueño en muchedumbre de cuita; y voz de insensato, en muchedumbre de palabras(a) .
Mejor es un mendigo, andando en su simplicidad que un perverso de los labios de él; y él mismo, insensato.
Pues vosotros a libertad habéis sido llamados, hermanos; sólo que no(c) la libertad en ocasión a la carne; empero por la caridad servíos unos a otros.
Quien evita palabra proferir dura es reflexivo; y longánimo, un varón sensato.
A insensato que pregunta sabiduría, sabiduría se le reputará; y mudo alguien haciéndose, parecerá sensato ser.
Pues toda la ley en una palabra cumplida está: en la de: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Palabras de inicuos han prevalecido sobre nosotros; y con nuestras impiedades te propiciarás.
No muchos, maestros os hagáis, hermanos míos, sabiendo que mayor juicio recibiremos.
Que en muchas cosas tropezamos todos; si alguno en palabra no tropieza éste, perfecto varón, poderoso a enfrenar todo el cuerpo.