Pero el Señor le dijo a mi padre David: ‘Realmente querías construirme un Templo para honrarme, y era bueno que quisieras hacerlo.
Juan 5:44 - Versión Biblia Libre ¿Cómo pueden creer en mí si buscan alabanza entre los unos y los otros y no la alabanza del único Dios verdadero? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Con razón les cuesta creer! Pues a ustedes les encanta honrarse unos a otros, pero no les importa la honra que proviene del único que es Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan la gloria que viene del Unico Dios, ¿cómo podrán creer? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Cómo podéis creer, vosotros que recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que sólo de Dios viene? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Cómo vais a poder creer vosotros, que andáis aceptando gloria unos de otros, pero no buscáis la que viene del Dios único? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que sólo de Dios viene? |
Pero el Señor le dijo a mi padre David: ‘Realmente querías construirme un Templo para honrarme, y era bueno que quisieras hacerlo.
¿Pueden los etíopes cambiar el color de su piel? ¿Puede un leopardo cambiar sus manchas? De la misma manera tú no puedes cambiar y hacer el bien porque estás muy acostumbrada a hacer el mal.
Todo lo que hacen es con el fin de hacerse notar. Ellos se alistan grandes cajas de oraciones para usarlas y colocan largas borlas en sus vestidos.
“‘¡Bien hecho! Eres un buen siervo,’ dijo el rey. ‘Como has demostrado que eres fiel en cosas pequeñas, te pondré a cargo de diez ciudades’.
La vida eterna es esta: conocerte, a ti que eres el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien enviaste.
Todos los que hacen el mal odian la luz y no vienen a la luz, porque no quieren que sus acciones sean expuestas.
¿Por qué no pueden entender lo que estoy diciendo? ¡Es porque ustedes se niegan a escuchar mi mensaje!
Pero todos los que hacen lo bueno tendrán gloria, honor y paz. Primero los del pueblo judío, y luego los extranjeros también.
Lo que te hace judío es lo que llevas por dentro, una “circuncisión del corazón” que no sigue la letra de la ley sino la del Espíritu. Alguien así busca alabanza de Dios y no de la gente.
Así que los que han seguido haciendo lo correcto, recibirán gloria, honor, inmortalidad y vida eterna.
Así que no juzguen a nadie antes del tiempo correcto: cuando el Señor venga. Él traerá a la luz los secretos más oscuros que están ocultos, y revelará los motivos de las personas. Dios le dará a cada quien la alabanza que le corresponda.
No reciben respeto los que se elogian a sí mismos, sino a los que el Señor elogia.
No hagan ninguna cosa con un espíritu egoísta u orgulloso, sino piensen con humildad unos de otros cosas mejores que las que piensan de ustedes mismos.
Nuestra intención no era ganar la alabanza de nadie, ni la de ustedes, ni la de los demás. Nos hubiéramos convertido en un “carga” para ustedes como mensajeros de Cristo;
La honra y la gloria sean por siempre y para siempre para el Rey eterno, el inmortal, invisible y único Dios. Amén.
Hermanos y hermanas, asegúrense de que ninguno de ustedes tenga un pensamiento malvado y alejado de la fe en el Dios de la vida.
Mis amigos, como creyentes con fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo, ustedes no deben mostrar favoritismo.
Estas demuestran que su fe en Dios es genuina—aunque también puede ser destruida—y esa fe es más valiosa que el oro. De este modo, su fe en Dios será reconocida y ustedes recibirán alabanza, gloria y honra cuando Cristo aparezca.
al único Dios, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, la majestad, el poder y la autoridad, desde siempre, ahora, y para siempre. Amén.
“Sí, he pecado”, respondió Saúl. “Por favor, hónrame ahora ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel; vuelve conmigo, para que pueda adorar al Señor, tu Dios”.
“En consecuencia, esta es la declaración del Señor: Hice la promesa definitiva de que tu familia y la de tu padre me servirían siempre como sacerdotes. Pero ahora el Señor declara: ¡Ya no más! En cambio, honraré a los que me honran, pero trataré con desprecio a los que me desprecian.