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Juan 3:20 - Versión Biblia Libre

20 Todos los que hacen el mal odian la luz y no vienen a la luz, porque no quieren que sus acciones sean expuestas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Porque todo el que practica lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean expuestas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Pues todo el que obra el mal odia la luz y no se acerca a la luz, para que no se descubra la maldad de sus obras.

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Juan 3:20
18 Referencias Cruzadas  

El mundo no tiene razones para odiarlos a ustedes, pero me odia a mí porque yo dejo claro que sus caminos son malvados.


La vida de los que hacen el bien es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que su luz llega a plenitud del día.


¿Por qué? Porque aborrecieron el conocimiento, y no eligieron respetar al Señor.


Odias mi disciplina, y desechas mis palabras.


“Sí, hay otro hombre que podría consultar al Señor”, respondió el rey de Israel, “pero no me gusta porque nunca profetiza nada bueno para mí, ¡siempre es malo! Se llama Micaías, hijo de Imá”. “No deberías hablar así”, dijo Josafat.


Los burladores no aprecian la corrección, por lo tanto no van donde los sabios para pedir consejo.


Y dirás: “Oh, cómo aborrecía la disciplina, y mi mente aborrecía la corrección!


Uno de los expertos en leyes religiosas reaccionó, diciendo: “¡Maestro, cuando hablas así, también nos insultas a nosotros!”


que se alejan del camino recto para andar en caminos de oscuridad.


Todos se explotan mutuamente, y en medio de todas sus mentiras no quieren conocerme, declara el Señor.


Pero aquellos que hacen el bien vienen a la luz, para que se dé a conocer lo que Dios ha hecho en ellos”.


Luego tomó la sartén y la vació ante él, pero éste se negó a comer. “¡Déjenme todos!” gritó Amnón. Y todos se fueron.


Ella se levantó en medio de la noche y tomó a mi hijo de mi lado mientras yo dormía. Lo puso junto a ella para abrazarlo, y puso a su hijo muerto junto a mí.


Las personas que guiñan su ojo están conspirando el mal; aprietan sus labios y provocan el mal.


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