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Juan 4:10 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Jesús le respondió: – Si conocieras el don de la salvación y quién es el que te habla; no solo me darías de beber, sino que tú me pedirías el agua viva.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús le dijo: 'Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Respondió Jesús, y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y Él te daría agua viva.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús le respondió: 'Si conocieras el don de Dios: quién es el que te dice 'dame de beber', serías tú la que le habrías pedido y él te habría dado agua viva'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.

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Otras versiones



Juan 4:10
49 Referencias Cruzadas  

Pues si ustedes que son malos, saben dar buenos regalos a sus hijos, con mayor razón el Padre Celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan.


Y harán todas estas cosas porque nunca conocieron íntimamente ni al Padre, ni a mí.


Esta es la vida eterna: que te conozcan íntimamente, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien enviaste.


En efecto, de tal manera amó Dios al mundo, con amor sacrificial, que entregó a su Hijo, el Unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.


pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed, más bien, el agua que le daré se convertirá en una fuente inagotable de vida eterna.


Declaró Jesús: – Yo soy el pan de vida; el que viene a mí de ninguna forma tendrá hambre, y el que cree en mí, nunca más tendrá sed.


Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; el pan que yo daré es mi carne, servirá para darle vida plena al mundo.


Y el Señor le dijo: – Levántate y ve a la calle Recta y busca en la casa de Judas a un hombre llamado Saulo de Tarso, que estará orando.


El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó en favor de todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, a través de Él, todas las cosas?


Dios mismo los ha unidos a Jesucristo, quien se hizo sabiduría de Dios para nosotros. Por medio de Cristo, Dios nos justifica, nos santifica y nos redime.


y todos bebieron de la misma bebida espiritual; en efecto, bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo.


¡Gracias a Dios por su don indescriptible de la salvación!


Porque por gracia son salvos, mediante la fe por identidad; y esta salvación no proviene de ustedes, no es por méritos propios, es un regalo de Dios;


Los que una vez fueron iluminados, y encarnaron el don de la salvación celestial, y tuvieron una nueva identidad mediante la obra del Espíritu Santo,


También sabemos que el Hijo de Dios está aquí, y nos ha dado sabiduría para que conozcamos íntimamente al verdadero Dios; y estamos con Él, el verdadero Cristo, Hijo de Dios, quien es el Dios verdadero y la vida eterna.


Luego me dijo: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida plena.


El Espíritu y la novia dicen: “¡Ven!”. Y el que escuche diga: “¡Ven!”. Que todo aquel que tenga sed venga; y el que desee, que tome gratuitamente del agua del don de la salvación y de la vida plena.


Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los conducirá a fuentes de agua viva, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos”.