Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en otros pueblos.
Mateo 7:28 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, toda esa gente se asombró de su enseñanza. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús terminó de decir esas cosas, las multitudes quedaron asombradas de su enseñanza, Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Jesús terminó este discurso, la gente estaba admirada de cómo enseñaba, La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes quedaron asombradas de su enseñanza, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando acabó Jesús estos discursos, la gente se quedó maravillada de su manera de enseñar; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue que, cuando Jesús hubo acabado estas palabras, la gente se maravillaba de su doctrina; |
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en otros pueblos.
Cuando Jesús acabó de decir estas cosas, salió de Galilea y se fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y grande fue su ruina».
Y es que él enseñaba como quien tiene autoridad y no como los maestros de la Ley.
La gente se asombraba de su enseñanza, porque la presentaba como quien tiene autoridad, y no como los maestros de la Ley.
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.
Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. ―¿De dónde sacó este tales cosas? —decían maravillados muchos de los que le oían—. ¿Qué sabiduría es esta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?
Sin embargo, no encontraban la manera de hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba con gran interés.
Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.
Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban.
Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó este tantos conocimientos sin haber estudiado?».