Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero, la sabiduría demuestra ser buena por sus resultados».
Mateo 5:46 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? Hasta los cobradores de impuestos para Roma hacen eso. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Biblia Nueva Traducción Viviente Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos? |
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero, la sabiduría demuestra ser buena por sus resultados».
Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como un no creyente o un cobrador de impuestos corrupto.
Y, si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué hacen de extraordinario ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los incrédulos?
»Cuídense de no hacer sus buenas obras delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.
Sucedió que, estando Jesús a la mesa en casa de Leví, muchos cobradores de impuestos y pecadores se sentaron a comer con él y sus discípulos. Eran ya muchos los que lo seguían.
Cuando los maestros de la Ley que eran fariseos vieron con quién comía, les preguntaron a sus discípulos: ―¿Por qué Jesús come con cobradores de impuestos y con pecadores?
Muchos cobradores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo.
En cambio, el cobrador de impuestos se había quedado a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo. Él se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”.
Resulta que había allí un hombre llamado Zaqueo, jefe de los cobradores de impuestos, que era rico.
Al ver esto, todos empezaron a murmurar: «Ha ido a hospedarse con un pecador».
Llegaron también unos cobradores de impuestos para que los bautizara. ―Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros? —le preguntaron.
Luego, Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa, y había allí muchos cobradores de impuestos y otras personas que estaban comiendo con ellos.
Pero los fariseos y los maestros de la Ley, que eran de un mismo grupo, criticaban a los discípulos de Jesús: ―¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y con pecadores?
Al oír esto, todo el pueblo, y hasta los cobradores de impuestos, reconocieron que Dios era justo. Y fueron bautizados con el bautismo de Juan.
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”.