―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.
Mateo 5:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »No piensen que he venido a eliminar las enseñanzas de la Ley o los Profetas; no he venido a eliminarlas, sino a cumplirlas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Biblia Nueva Traducción Viviente »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos. Biblia Católica (Latinoamericana) No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer cosa alguna, sino para llevarla a la forma perfecta. La Biblia Textual 3a Edicion No penséis que vine a abrogar la ley o los profetas; no vine a abrogar, sino a dar cumplimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No vayáis a pensar que vine a abolir la ley o los profetas; no vine a abolir, sino a dar cumplimiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. |
―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.
Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esta es la enseñanza de la Ley y de los Profetas.
Es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra que deje de cumplirse el más pequeño mandamiento de la Ley.
―Este hombre —dijeron ellos— anda convenciendo a la gente de adorar a Dios de una manera que va en contra de nuestra ley.
Gritaban: «¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el hombre que anda por todas partes enseñando en contra de nuestro pueblo, nuestra Ley y este lugar. Ahora ha metido a unos griegos en el Templo. No tiene respeto por este lugar santo».
Presentaron testigos falsos, que declararon: «Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la Ley.
Gracias a Cristo, la Ley ya no es el medio de salvación. Al contrario, todo el que cree en Cristo es declarado justo.
¿Quiere esto decir que, si creemos en él, la Ley ya no sirve de nada? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos el valor de la Ley.
Él murió para que se hiciera justicia, y así cumplió por nosotros lo que demandaba la Ley. Ahora no vivimos controlados por el pecado, sino por el Espíritu.