Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
Mateo 26:29 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Les digo que no beberé de este fruto de la vid desde ahora en adelante, hasta aquel día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Acuérdense de lo que les digo: no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre». Biblia Católica (Latinoamericana) Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Y os digo que desde ahora no beberé de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues os digo que ya no beberé más de este producto de la vid hasta aquel día en que lo beba con vosotros, nuevo, en el reino de mi Padre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. |
Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
Les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino.
Pues, donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.
Enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.
»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».
Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.
Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán. Y nadie les va a quitar esa alegría.
»Ahora vuelvo a ti. Pero digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo, para que tengan mi alegría completa.
pero no a todos. Se apareció a nosotros, testigos previamente elegidos por Dios. Sí, a nosotros, los que comimos y bebimos con él después de su resurrección.
Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.
Y cantaban un himno nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los líderes. Solo los ciento cuarenta y cuatro mil podían aprender aquel himno. Solo ellos, que habían sido salvados de la tierra, podían aprenderlo. ¡Nadie más podía aprender ese himno!
Pues el Cordero que está en el trono los guiará y los llevará a fuentes de agua viva. Dios les secará toda lágrima de sus ojos.