Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ―¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
Mateo 16:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero Jesús se dio vuelta y le dijo a Pedro: ―¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme desobedecer; no piensas desde el punto de vista de Dios, sino del punto de vista humano. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús se dirigió a Pedro y le dijo: —¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jesús se volvió y le dijo: '¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tú me harías tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Apártate de mi vista, Satanás! Me eres tropiezo, pues no piensas lo de Dios sino lo de los hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él, volviéndose, le dijo a Pedro: 'Quítate de mi presencia, satanás, eres un tropiezo para mí, porque tu pensamiento no es divino, sino humano'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí Satanás; me eres tropiezo; porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. |
Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ―¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
»¡Ay del mundo por las invitaciones al pecado! Esas invitaciones son inevitables, pero ¡ay de quienes las ocasionan!
―¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
Pero Jesús se dio vuelta, miró a sus discípulos y reprendió a Pedro. ―¡Aléjate de mí, Satanás! —le dijo—. Tú no piensas desde el punto de vista de Dios, sino del punto de vista humano.
Jesús le contestó: ―Escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
―¿No los he elegido yo a ustedes doce? —repuso Jesús—. Sin embargo, uno de ustedes es un diablo.
Por tanto, dejemos de criticarnos unos a otros. Más bien, hagan lo posible para que ningún hermano en la fe deje de creer por culpa de ustedes.
Más vale no comer carne ni beber vino, ni hacer nada que haga que tu hermano en la fe deje de creer.
Pero a esa gente le espera la destrucción, pues adoran al dios de sus propios deseos. Se sienten orgullosos de lo que hacen, cuando debería darles vergüenza. Solo piensan en lo malo que ofrece el mundo.