Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía: ―¡Cornelio!
Hechos 9:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión. ―¡Ananías! ―Aquí estoy, Señor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, había un creyente en Damasco llamado Ananías. El Señor le habló en una visión, lo llamó: —¡Ananías! —¡Sí, Señor! —respondió. Biblia Católica (Latinoamericana) Vivía en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor lo llamó en una visión: '¡Ananías!' Respondió él: 'Aquí estoy, Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Había entonces en Damasco cierto discípulo de nombre Ananías. El Señor le dijo en visión: Ananías; y él respondió: Heme aquí, Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, al cual dijo el Señor en una visión: 'Ananías'. Él respondió: 'Heme aquí, Señor'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y había un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. |
Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía: ―¡Cornelio!
―Yo estaba orando en la ciudad de Jope y mientras oraba tuve una visión. Vi que del cielo bajaba algo parecido a una gran sábana. Estaba suspendida por las cuatro puntas, y bajaba hasta donde yo estaba.
Pedro salió detrás de él, pero no sabía si realmente estaba ocurriendo lo que el ángel hacía. Le parecía que se trataba de una visión.
Después de que Pablo tuvo la visión, en seguida nos preparamos para salir hacia Macedonia. Estábamos convencidos de que Dios nos había llamado a anunciar la buena noticia a los macedonios.
Durante la noche, Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos».
Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No tengas miedo; sigue hablando y no te calles,
»“Sucederá que en los últimos días —dice Dios— derramaré mi Espíritu sobre todas las personas. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán. Los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños.
»Vino a verme un tal Ananías, hombre que amaba a Dios y que obedecía la Ley. Los judíos de Damasco lo respetaban mucho.
y ha tenido una visión. Ha visto que un hombre llamado Ananías entra y pone las manos sobre él para que recupere la vista.
En Damasco, el gobernador nombrado por el rey Aretas mandó que se vigilara la ciudad de los damascenos con el fin de arrestarme.
Tampoco subí a Jerusalén para ver qué opinaban los que eran apóstoles antes que yo. Más bien, fui de inmediato a Arabia, de donde luego regresé a Damasco.