Ambos tenían una conducta recta delante de Dios. Obedecían todas las instrucciones y mandamientos del Señor.
Hechos 8:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) No tienes arte ni parte en este ministerio, porque no eres honesto delante de Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Tú no tienes parte ni derecho en esto porque tu corazón no es recto delante de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú no puedes esperar nada ni tomar parte en esto, porque tus pensamientos no son rectos ante Dios. La Biblia Textual 3a Edicion No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No tienes arte ni parte en este asunto, porque tu corazón no es recto en la presencia de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No tienes tú ni parte ni suerte en este asunto; porque tu corazón no es recto delante de Dios. |
Ambos tenían una conducta recta delante de Dios. Obedecían todas las instrucciones y mandamientos del Señor.
Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?». Así que le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. ―Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.
Pues pueden estar seguros de que si tienen relaciones sexuales prohibidas o hacen cosas vergonzosas jamás formarán parte del reino de Cristo y de Dios. Tampoco lo serán aquellos que siempre están preocupados por tener más y más. Los que así se comportan adoran a un dios falso.
Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que conoce a fondo la mente y el corazón. A cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus acciones.
Dichosos los creyentes que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, es decir, nunca estarán lejos de Dios. Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
Y que nadie le quite nada al mensaje de este libro de profecía. Al que lo haga, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, que se mencionan en este libro.