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Hechos 5:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En cuanto Ananías oyó estas palabras, cayó al suelo y murió. Todos los que se enteraron de lo sucedido quedaron aterrados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al oír Ananías estas palabras, se desplomó y murió. Un gran temor se apoderó de cuantos lo oyeron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al oír estas palabras, Ananías cayó y expiró. Y vino° un gran temor sobre todos los que lo oían.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al oír Ananías estas palabras cayó al suelo y expiró. Y un gran temor se apoderó de todos los oyentes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.

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Otras versiones



Hechos 5:5
26 Referencias Cruzadas  

Ahora la mano del Señor está contra ti. Vas a quedarte ciego y por algún tiempo no podrás ver la luz del sol». Al instante cayeron sobre él sombra y oscuridad. Por eso, comenzó a buscar a tientas a alguien que lo llevara de la mano.


Todos estaban asombrados por los muchos milagros y maravillas que hacían los apóstoles.


Nadie en el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque la gente hablaba bien de ellos.


¿Qué prefieren? ¿Que vaya a verlos con un látigo, o con amor y amabilidad?


Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que cuando vaya no tenga que ser estricto en el uso de mi autoridad. El Señor me ha dado esa autoridad para fortalecer su fe, no para destruirla.


Cuando estuve con ustedes por segunda vez les advertí, y aunque ahora estoy ausente se lo repito: Cuando vuelva a verlos, seré muy duro con los que antes o después hayan pecado.


¿Cuál ha sido el resultado de esta tristeza que Dios les causó? Pues ustedes se esforzaron grandemente en pedirme disculpas. Con tal de que se hiciera justicia, ustedes mostraron enojo, temor, deseo, preocupación y ganas. En todo han demostrado su inocencia en este asunto.


En ese mismo instante se produjo un violento terremoto. Por causa de este terremoto se derrumbó la décima parte de la ciudad y murieron siete mil personas. Los sobrevivientes, llenos de miedo, dieron gloria al Dios del cielo.


Si alguien quiere hacerles daño, ellos lanzan fuego por la boca y queman por completo a sus enemigos. Así habrá de morir cualquiera que intente hacerles daño.