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Hechos 4:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Mientras Pedro y Juan le hablaban a la gente, se les presentaron los sacerdotes, el capitán de la guardia del Templo y los saduceos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras Pedro y Juan le hablaban a la gente, se vieron enfrentados por los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo y algunos de los saduceos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pedro y Juan estaban aún hablando al pueblo, cuando se presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Hablando ellos al pueblo, se les acercaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Estaban todavía hablando al pueblo cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y hablando ellos al pueblo, los sacerdotes y el magistrado del templo y los saduceos, vinieron sobre ellos,

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Otras versiones



Hechos 4:1
20 Referencias Cruzadas  

Entonces comprendieron que no les decía que se cuidaran de la levadura del pan, sino de la enseñanza de los fariseos y de los saduceos.


Enviaron algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron: ―Maestro, sabemos que eres un hombre honesto y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias.


Pero los jefes de los sacerdotes y los líderes judíos persuadieron a la gente a que le pidiera a Pilato soltar a Barrabás y ejecutar a Jesús.


De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes, junto con los maestros de la Ley y los líderes judíos.


Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les dijo: «¡Nido de víboras! ¿Quién les dijo que huyeran del castigo que se acerca?


Un día, Jesús enseñaba al pueblo en el Templo. Mientras les predicaba la buena noticia, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, junto con los líderes judíos.


Este fue a los jefes de los sacerdotes y a los capitanes del Templo para tratar con ellos cómo les entregaría a Jesús.


Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las de ustedes.


Así que Judas fue al huerto. Llegó al frente de un grupo de soldados y guardias de los jefes de los sacerdotes y de los fariseos. Llevaban antorchas, lámparas y armas.


Allí estaban el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan, Alejandro y los otros miembros de la familia del sumo sacerdote.


El sumo sacerdote y todos sus seguidores, que pertenecían al grupo de los saduceos, se llenaron de envidia.


Al oírlo, el capitán de la guardia del Templo y los jefes de los sacerdotes se quedaron asombrados. Se preguntaban en qué terminaría todo aquello.


Fue entonces el capitán con sus guardias y trajo a los apóstoles. Lo hizo sin hacer uso de la fuerza, pues tenían miedo de ser apedreados por la gente.


Alborotaron al pueblo, a los líderes y a los maestros de la Ley. Apresaron a Esteban y lo llevaron ante el tribunal.


Y el mensaje de Dios llegaba a la gente, de modo que la cantidad de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén. Incluso muchos de los sacerdotes aceptaban el mensaje.