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Hechos 3:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Rechazaron al Santo y Justo, y pidieron que se liberara a un asesino.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ustedes rechazaron a ese santo y justo y, en su lugar, exigieron que soltaran a un asesino.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ustedes pidieron la libertad de un asesino y rechazaron al Santo y al Justo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero vosotros negasteis al Santo y Justo, y pedisteis que os fuera concedido° un hombre homicida,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Vosotros, pues, negasteis al santo y al justo y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un hombre homicida;

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Otras versiones



Hechos 3:14
22 Referencias Cruzadas  

Pero los jefes de los sacerdotes y los líderes judíos persuadieron a la gente a que le pidiera a Pilato soltar a Barrabás y ejecutar a Jesús.


―¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!


Pero los jefes de los sacerdotes alborotaron a la gente para que Pilato les soltara más bien a Barrabás.


Y resulta que un hombre llamado Barrabás estaba encarcelado con los rebeldes condenados por haber cometido homicidio en una rebelión.


Y el ángel le dijo: ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.


Soltó al hombre que le pedían. Echó fuera de la cárcel al que era culpable de rebeldía y homicidio. Luego, dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran.


En cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme.


―¡No, no suelte a ese; suelte a Barrabás! —volvieron a gritar con todas sus fuerzas. Y Barrabás era un rebelde.


Aunque no encontraron ninguna causa digna de muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara a ejecutar.


No dejarás que mi vida termine en la tumba. No permitirás que el cuerpo de tu elegido se descomponga.


Luego dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas su voluntad. Él quiere que tú veas al Justo, es decir a Jesús, y que oigas el mensaje de su propia boca.


En efecto, en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato. Se unieron con los no judíos y con los israelitas, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste.


―Con firmeza les hemos prohibido enseñar en ese nombre. Sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas. Además, se han propuesto echarnos la culpa a nosotros de la muerte de ese hombre.


¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo. Y ahora ustedes lo han traicionado y asesinado.


Cristo no cometió pecado alguno, pero, por amor a nosotros, Dios lo trató como pecador, para declararnos justos por medio de Cristo.


Han condenado y matado al justo sin que él pudiera defenderse.


Porque Cristo murió para perdonar nuestros pecados una sola vez, y es suficiente. Él, que era justo, murió por nosotros, que éramos injustos. Así nos acercó a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.


A ustedes los considero como hijos muy queridos. Por eso les escribo estas cosas para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos ante el Padre a un defensor, a Jesucristo, el Justo.


»Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave del reino de David. El que abre y nadie puede cerrar. El que cierra y nadie puede abrir, dice esto: