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Hechos 13:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así que, después de ayunar, pusieron las manos sobre ellos y oraron para despedirlos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les impusieron las manos y los enviaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ayunaron e hicieron oraciones, les impusieron las manos y los enviaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los dejaron marchar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces ayunaron y oraron, les impusieron las manos y los enviaron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos, y los enviaron.

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Otras versiones



Hechos 13:3
18 Referencias Cruzadas  

Luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro años. Nunca salía del Templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones.


Y oraron así: «Señor, tú conoces el corazón de todos. Muéstranos a cuál de estos dos has elegido.


Mientras participaban en el culto al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».


Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.


En cada una de las iglesias nombraron líderes. Luego, con oración y ayuno, le pidieron al Señor que ayudara a estos líderes que habían creído en él.


De Atalía navegaron hasta Antioquía. Fue en esa ciudad donde los creyentes habían orado por Pablo y Bernabé. Le habían pedido a Dios que los cuidara con amor mientras cumplían con el trabajo que ahora habían terminado.


Pablo, por su parte, eligió a Silas. Después, los creyentes oraron pidiendo al Señor que con amor cuidara a Pablo. Entonces él salió


Los presentaron a los apóstoles, quienes pusieron sus manos sobre ellos y oraron.


Ananías se fue. Cuando llegó a la casa, puso sus manos sobre Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús me ha enviado. Fue él quien se te apareció en el camino. Me envía para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo».


¿Y quién les predicará sin ser enviado? Así dicen las Escrituras: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas noticias!».


Ponte a practicar la habilidad que Dios te dio cuando los líderes te pusieron las manos y oraron por ti. Lo hicieron siguiendo órdenes del Espíritu.


Piénsalo bien antes de apresurarte a nombrar a alguien para servir a Dios, pues podrías hacerte responsable de pecados ajenos. Mantente lejos de toda maldad.


Por eso te recomiendo que uses con más fuerza esa habilidad que Dios te dio cuando oré poniendo mis manos sobre ti.


Tú has escuchado mis enseñanzas en presencia de muchos testigos. Ahora te pido que busques a creyentes dignos de confianza y que les enseñes todo eso. Que sean capaces de enseñar, para que pasen la enseñanza a otros.


Ellos le han contado a toda la iglesia de tu amor por ellos. Harás bien en ayudarlos a seguir su viaje, como se merecen los que sirven a Dios.


Nosotros, por lo tanto, debemos brindarles hospitalidad, y así colaborar con ellos en la enseñanza de la verdad.