Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Hechos 13:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

2 Mientras participaban en el culto al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Cierto día, mientras estos hombres adoraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Designen a Bernabé y a Saulo para el trabajo especial al cual los he llamado».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: 'Sepárenme a Bernabé y a Saulo y envíenlos a realizar la misión para la que los he llamado.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Estando éstos ministrando al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Un día que estaban celebrando el culto del Señor acompañado de ayuno, dijo el Espíritu Santo: 'Separadme a Bernabé y a Saulo, para la obra a que los tengo destinados'.

Ver Capítulo Copiar




Hechos 13:2
41 Referencias Cruzadas  

»Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que ponen esa cara para mostrar que están ayunando. Les aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa.


Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo».


Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos. Y los envió de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir.


Luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro años. Nunca salía del Templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones.


Mientras Pedro seguía pensando en el significado de la visión, el Espíritu le dijo: «Mira, tres hombres te buscan.


Cornelio contestó: ―Hace tres días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando. De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante


Así que, después de ayunar, pusieron las manos sobre ellos y oraron para despedirlos.


Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.


De Atalía navegaron hasta Antioquía. Fue en esa ciudad donde los creyentes habían orado por Pablo y Bernabé. Le habían pedido a Dios que los cuidara con amor mientras cumplían con el trabajo que ahora habían terminado.


Cuiden de ustedes mismos y de todos aquellos que Dios ha salvado con su propia sangre. El Espíritu Santo los ha puesto a ustedes para cuidar de la iglesia. Así que ustedes son como pastores al cuidado de un rebaño de ovejas.


Pero el Señor me respondió: “Vete; yo te enviaré lejos, a los no judíos”».


Había un levita llamado José, nacido en Chipre, al que los apóstoles llamaban Bernabé, que significa: «El que trae consuelo».


Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra».


El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».


―¡Ve! —insistió el Señor—, porque he elegido a ese hombre como mi instrumento. Él dará a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.


Los saluda Pablo, servidor de Cristo Jesús, quien me llamó para ser su apóstol. Él me apartó para anunciar la buena noticia de Dios.


¿Y quién les predicará sin ser enviado? Así dicen las Escrituras: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas noticias!».


Él me envió como servidor de Cristo Jesús para ayudar a los no judíos. Yo tengo el deber sacerdotal de anunciar la buena noticia de Dios a los no judíos. De esta manera los presentaré como si fueran una ofrenda aceptable ante Dios. Una ofrenda que el Espíritu Santo ha separado como especial.


Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte los dones a cada uno según él quiere.


No se nieguen a tener relaciones sexuales el uno con el otro, a no ser de común acuerdo. Y esto, solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a tener relaciones nuevamente. Si no pueden dominar el deseo de tener relaciones, Satanás podría hacerlos caer en pecado.


He pasado muchos trabajos y dificultades, y muchas veces me he quedado sin dormir. He sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas. He sufrido frío y desnudez.


Nos han golpeado y encerrado en la cárcel. Hemos sufrido alborotos, hemos hecho trabajos pesados y a veces no hemos dormido ni comido.


Sin embargo, Dios me amó mucho, sin que yo lo mereciera, y me apartó desde el vientre de mi madre. Él me llamó para que le sirviera. Y, cuando consideró que era el momento oportuno,


Aunque no lo merezco, Dios me dio un regalo como muestra de su amor y gran poder: me encargó anunciar esta buena noticia.


Díganle a Arquipo que se ocupe de la tarea que el Señor le encargó, y que la termine.


Por eso me nombró predicador y apóstol de ese mensaje. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro de los no judíos para enseñarles la verdadera fe.


Dios me encargó anunciar ese mensaje, y me eligió como apóstol y maestro.


Tú has escuchado mis enseñanzas en presencia de muchos testigos. Ahora te pido que busques a creyentes dignos de confianza y que les enseñes todo eso. Que sean capaces de enseñar, para que pasen la enseñanza a otros.


Solo Lucas está conmigo. Busca a Marcos y tráelo contigo, para que me ayude en mi trabajo.


Tú, por el contrario, sé inteligente en todo momento, soporta los sufrimientos y dedícate a anunciar la buena noticia de salvación. Cumple con los deberes del trabajo que Dios te dio.


Nadie ocupa ese cargo porque así lo quiere; más bien, lo ocupa el que es llamado por Dios, como sucedió con Aarón.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos