Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Hechos 9:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

17 Ananías se fue. Cuando llegó a la casa, puso sus manos sobre Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús me ha enviado. Fue él quien se te apareció en el camino. Me envía para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Así que Ananías fue y encontró a Saulo, puso sus manos sobre él y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Salió Ananías, entró en la casa y le impuso las manos diciendo: 'Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Entonces Ananías fue y entró en la casa, y después de imponerle las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció° en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Partió, pues, Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: 'Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino que traías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo'.

Ver Capítulo Copiar




Hechos 9:17
36 Referencias Cruzadas  

Llevaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos regañaban a quienes los llevaban.


y le suplicaba con insistencia: ―Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva.


En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos.


Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo,


Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó:


»Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo. Irás delante del Señor para prepararle el camino.


¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha malgastado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo!”.


Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».


Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.


Dios envió su mensaje al pueblo de Israel. Les anunció la buena noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.


Así que, después de ayunar, pusieron las manos sobre ellos y oraron para despedirlos.


Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.


Cuando Pablo les puso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.


Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les indicaba que hablaran.


Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le dijeron a Pablo: «Amigo, ya viste cuántos miles de judíos han creído. Y todos ellos siguen obedeciendo a la Ley.


Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?”. “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—.


Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y predicaban la palabra de Dios sin ningún temor.


Los presentaron a los apóstoles, quienes pusieron sus manos sobre ellos y oraron.


Entonces Pedro y Juan pusieron las manos sobre ellos, y recibieron el Espíritu Santo.


Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas, y recuperó la vista. Se levantó y fue bautizado.


Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.


El primer hombre fue creado a partir del polvo de la tierra. El segundo hombre vino del cielo.


Luego, por último, se me apareció también a mí. Por eso me considero como un niño nacido fuera de tiempo.


¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes el fruto de mi trabajo para el Señor?


Ponte a practicar la habilidad que Dios te dio cuando los líderes te pusieron las manos y oraron por ti. Lo hicieron siguiendo órdenes del Espíritu.


Piénsalo bien antes de apresurarte a nombrar a alguien para servir a Dios, pues podrías hacerte responsable de pecados ajenos. Mantente lejos de toda maldad.


Por eso te recomiendo que uses con más fuerza esa habilidad que Dios te dio cuando oré poniendo mis manos sobre ti.


Ya no lo recibas como a un esclavo, sino como algo mejor: como a un hermano querido. Él es muy especial para mí, pero mucho más para ti, como persona y como hermano en el Señor.


Dejemos ya la enseñanza sobre bautismos, el poner las manos sobre otros, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.


Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación. Esto es lo que también les escribió Pablo, nuestro querido hermano en la fe. Dios le dio sabiduría para explicarles todo eso.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos