La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Hechos 11:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Contesté: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca algo impuro o prohibido por nuestra Ley”.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

»“No, Señor —respondí—. Jamás he comido algo que nuestras leyes judías declaren impuro o inmundo”.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo contesté: '¡De ninguna manera, Señor! Nunca ha entrado en mi boca nada profano o impuro.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y dije: De ningún modo, Señor, porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero yo dije: 'De ninguna manera, Señor; jamás cosa profana o impura entró en mi boca'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca.

Ver Capítulo
Otras versiones



Hechos 11:8
9 Referencias Cruzadas  

Entonces vieron a algunos de sus discípulos que comían con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado.


Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro; mata y come”.


Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro”.


Yo, que creo en el Señor Jesús, les digo que estoy plenamente convencido de que no hay alimento impuro en sí mismo. Si algún alimento es impuro, lo es solamente para quien así lo considera.


Pues el esposo que no es cristiano ha sido aceptado por Dios por estar unido a una esposa cristiana. Del mismo modo, la esposa que no es cristiana ha sido aceptada por Dios por estar unida a un esposo cristiano. Así, los hijos de ese matrimonio no serán rechazados por Dios. Al contrario, serán considerados santos.