Que vaya y dé aviso a mis cinco hermanos, para que no vengan ellos también a este lugar de tormento”.
Hechos 10:42 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Él nos mandó a predicar al pueblo y a anunciar que él ha sido nombrado por Dios como juez de vivos y muertos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. Biblia Nueva Traducción Viviente Y él nos ordenó que predicáramos en todas partes y diéramos testimonio de que Jesús es a quien Dios designó para ser el juez de todos, de los que están vivos y de los muertos. Biblia Católica (Latinoamericana) El nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido Juez de vivos y muertos. La Biblia Textual 3a Edicion Y nos mandó que proclamáramos al pueblo, y declaráramos solemnemente que Éste° es el Juez de vivos y muertos designado por Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que él es el constituido por Dios juez de vivos y muertos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que Él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. |
Que vaya y dé aviso a mis cinco hermanos, para que no vengan ellos también a este lugar de tormento”.
A la verdad, el Hijo del hombre se irá según está decidido, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!
hasta el día en que fue llevado al cielo. Antes de esto, dio instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido.
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder. Y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el último rincón de la tierra.
Él ha fijado un día en que juzgará al mundo con justicia, por medio del hombre que ha elegido. De ello ha dado pruebas a todos al levantarlo de entre los muertos».
Pablo les habló sobre la justicia, el dominio propio y el juicio que vendrá de parte de Dios. Entonces Félix tuvo miedo y le dijo: «¡Basta por ahora! Puedes retirarte. Cuando crea conveniente, te mandaré llamar otra vez».
«Vayan —les dijo—, preséntense en el Templo y comuniquen al pueblo todo este mensaje de vida».
Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona. Así lo afirma el mensaje de la buena noticia, el cual yo predico.
Pues es necesario que todos nos presentemos ante el tribunal de Cristo. Allí cada uno recibirá lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.
Cristo Jesús vendrá como Rey para juzgar a los vivos y a los muertos. Por eso, delante de Cristo y de Dios, te doy esta importante tarea:
Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me dará en aquel día. Me la dará a mí y a todo el que con amor haya esperado su venida.
Pero tendrán que rendir cuentas al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.
¡Miren! Cristo viene en las nubes. Todos lo verán con sus propios ojos, incluso quienes lo mataron. Todos los pueblos de la tierra llorarán por él. ¡Así será! Amén.
«¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo la recompensa, y premiaré a cada uno según lo que haya hecho.