Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos”».
Gálatas 3:19 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces, ¿cuál era el propósito de la Ley? La Ley nos fue dada luego de la promesa para que conociéramos nuestros pecados. Ese sería su propósito hasta que viniera aquel al cual se refiere la promesa. Dios le entregó la Ley a Moisés por medio de ángeles, para que él se la diera al pueblo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, ¿para qué se entregó la ley? Fue añadida a la promesa para mostrarle a la gente sus pecados, pero la intención era que la ley durara solo hasta la llegada del hijo prometido. Por medio de ángeles, Dios entregó su ley a Moisés, quien hizo de mediador entre Dios y el pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces, ¿para qué la Ley? Fue añadida con miras a las desobediencias; pero solamente valía hasta que llegara ese descendiente de Abrahán para quien era la promesa, y fueron ángeles los que la concertaron, haciendo de mediador Moisés' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Para qué, entonces, la ley?° Fue añadida por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia que había sido prometida, y fue promulgada° por medio de ángeles en mano de un mediador, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces, ¿a qué viene la ley? Fue añadida por razón de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la que se hizo la promesa. Esta ley fue promulgada por medio de ángeles, por mano de un mediador. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Para qué entonces, sirve la ley? Fue añadida por causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa, y fue ordenada por ángeles en mano de un mediador. |
Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos”».
La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado.
Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.
Sí, ustedes, que recibieron la Ley que fue dada por medio de ángeles, pero que no la han obedecido».
Pues Dios no considera justos a los que solo oyen la Ley, sino a los que la obedecen.
Desobedecer la Ley, en efecto, trae castigo. Pero, donde no hay Ley, tampoco hay culpable.
Ahora bien, las promesas se les hicieron a Abraham y a su hijo. La Escritura no dice: «y a los descendientes», como refiriéndose a muchos, sino: «y a tu descendencia», dando a entender uno solo. Esa era una clara referencia a Cristo.
Los ángeles fueron los encargados de anunciar la Ley, y toda desobediencia y pecado recibió su justo castigo.
Dios no puso el mundo futuro del que estamos hablando bajo el dominio de los ángeles.