Han cometido toda clase de injusticia, maldad, avaricia y actos vergonzosos. Están llenos de envidia, homicidios, divisiones, engaño y maldad. Son chismosos,
2 Corintios 12:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) En realidad, tengo miedo de ir a verlos y que no los encuentre como quisiera, y que ustedes no me encuentren a mí como quisieran. Tengo miedo de encontrarlos peleando, con celos, enojados unos con otros, siendo egoístas, mentirosos, orgullosos y causando alborotos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes; Biblia Nueva Traducción Viviente Pues temo que, cuando vaya, no me gustará lo que encuentre, y que a ustedes no les gustará mi reacción. Temo que encontraré peleas, celos, enojo, egoísmo, calumnias, chismes, arrogancia y conducta desordenada. Biblia Católica (Latinoamericana) Temo que, si voy a verlos, no los encuentre como quisiera y que ustedes, a su vez, no me encuentren a mí como desearían. Quizá haya rivalidades, envidias, rencores, disputas, calumnias, chismes, soberbia, desórdenes. La Biblia Textual 3a Edicion Porque temo que al ir, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado por vosotros como no queréis; no sea que haya contienda,° envidia,° animosidades, ambiciones egoístas, difamaciones, chismes, engreimientos, desórdenes;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque temo que quizás, al llegar, no os encuentre tales como yo quisiera, y que vosotros me encontréis a mí tal como no querríais: que tal vez haya discordia, envidia, enconos, rivalidades, calumnias, murmuraciones, arrogancias, desórdenes; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, insidias, murmuraciones, presunciones, desórdenes. |
Han cometido toda clase de injusticia, maldad, avaricia y actos vergonzosos. Están llenos de envidia, homicidios, divisiones, engaño y maldad. Son chismosos,
hablan mal de los demás, son enemigos de Dios, mentirosos, orgullosos y se creen importantes. Inventan maldades y se rebelan contra sus padres.
Pero a los que son egoístas, los que rechazan la verdad para seguir la maldad, Dios les dará un gran castigo.
Digo esto, hermanos en la fe, porque algunos de la familia de Cloé me han informado que hay rivalidades entre ustedes.
Pues Dios no es un Dios de desorden, sino de paz. Como es costumbre en nuestras iglesias,
¡Y ustedes se sienten orgullosos de esto! Más bien deberían sentirse tristes y echar fuera a ese hombre.
Todavía no he ido a Corinto porque no quiero ser tan duro con ustedes. Pongo a Dios por testigo de que así es. Que Dios me quite la vida si miento.
Pues este es mi ruego: que, cuando vaya a verlos, no tenga que ser tan valiente como he decidido. Sin duda, seré muy duro con aquellos que nos acusan de vivir siguiendo las reglas de este mundo.
Estamos dispuestos a castigar cualquier acto de desobediencia. Y lo haremos hasta contar con la completa obediencia de ustedes.
Temo que, al volver a visitarlos, mi Dios me haga sentir vergüenza de ustedes. Eso me haría llorar, pues muchos han pecado desde hace algún tiempo. No se han arrepentido del mal cometido, ni de tener relaciones sexuales prohibidas, ni de los vicios que tienen.
Cuando estuve con ustedes por segunda vez les advertí, y aunque ahora estoy ausente se lo repito: Cuando vuelva a verlos, seré muy duro con los que antes o después hayan pecado.
Pero, si siguen peleando y haciéndose daño unos a otros, tengan cuidado, pues terminarán por destruirse unos a otros.
No dejemos que el orgullo nos domine provocando peleas y envidias entre nosotros.
Hermanos en la fe, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo critica, habla mal de la Ley y la critica. Y, si criticas la Ley, ya no estás obedeciéndola, sino que te conviertes en su juez.
Por lo tanto, abandonen toda maldad y todo engaño, hipocresía y envidia. No digan mentiras acerca de otra persona.
Hablan y enseñan con orgullo, aunque todo lo que dicen no tiene sentido. Invitan a la gente a participar de sus vicios y placeres sin control, y así engañan a los que recién se han alejado de los que viven en pecado.
Estos individuos no hacen nada más que criticar y quejarse por todo. Se dejan controlar por sus malos deseos. Hablan con orgullo y les dicen cosas bonitas a los demás para aprovecharse de ellos.