Volverá, acabará con esos labradores y dará el viñedo a otros». Al oír esto, la gente dijo: ―¡Dios no lo quiera!
1 Corintios 6:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ¿No saben que sus cuerpos son parte del cuerpo de Cristo? Sí, y el cuerpo de uno que forma parte de Cristo no puede unirse con una prostituta. ¡Jamás! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No se dan cuenta de que sus cuerpos en realidad son miembros de Cristo? ¿Acaso un hombre debería tomar su cuerpo, que es parte de Cristo, y unirlo a una prostituta? ¡Jamás! Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Puedo, entonces, tomar sus miembros a Cristo para hacerlos miembros de una prostituta? ¡Ni pensarlo! La Biblia Textual 3a Edicion ¿No sabéis que vuestros cuerpos son° miembros del Mesías? ¿Quitaré, pues, los miembros del Mesías y los haré miembros de una ramera? ¡De ninguna manera! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Voy entonces a arrancar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡Ni pensarlo! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡En ninguna manera! |
Volverá, acabará con esos labradores y dará el viñedo a otros». Al oír esto, la gente dijo: ―¡Dios no lo quiera!
Así también nosotros, aunque somos muchos, formamos una unidad gracias a Cristo. Y cada uno de nosotros está unido a todos los demás.
¿Quiere esto decir que, si creemos en él, la Ley ya no sirve de nada? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos el valor de la Ley.
Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la Ley, sino bajo el amor y la bondad de Dios? ¡De ninguna manera!
¡De ninguna manera! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, es como si estuviéramos muertos. Así que, ¿cómo podemos seguir viviendo en pecado?
Pero, entonces, ¿lo que es bueno se convirtió en algo de muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien fue el pecado lo que, valiéndose de lo bueno, me declaró merecedor de la muerte. Ocurrió así para que yo entendiera con claridad lo que es el pecado. Por medio del mandamiento, quedó demostrado lo extremadamente malo que es el pecado.
¿A qué conclusión llegamos? ¿Que la Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Sin embargo, si no fuera por la Ley, no me habría dado cuenta de lo que es el pecado. Por ejemplo, nunca habría sabido yo lo que es desear cosas que otra persona tiene si la Ley no hubiera dicho: «No se dejen dominar por el deseo de tener lo que otros tienen».
Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo tiene autoridad sobre todo hombre, mientras que el hombre tiene autoridad sobre la mujer y Dios tiene autoridad sobre Cristo.
Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es parte de ese cuerpo.
Otros de ustedes dicen: «Los alimentos son para el estómago y el estómago, para los alimentos». Así es, y Dios destruirá ambas cosas. Pero el cuerpo no fue creado para tener relaciones sexuales prohibidas, sino para servir al Señor, y al Señor le interesa lo que hacemos con nuestro cuerpo.
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo? El Espíritu está en ustedes, pues Dios se lo ha dado. Ustedes no son sus propios dueños,
¿No saben que aun a los ángeles los juzgaremos? ¡Con mayor razón podemos juzgar los asuntos de esta vida!
»Ahora bien, hemos dicho que, al creer en Cristo, Dios nos acepta como justos. Y, si al creer eso algunos nos consideran pecadores, eso no quiere decir que Cristo nos invita a pecar. ¡De ninguna manera!
Si esto es así, ¿estará la Ley en contra de las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se nos hubiera dado una ley capaz de dar vida, entonces sí seríamos aceptados por Dios como justos por obedecer la Ley.
Pero yo jamás me sentiré orgulloso de otra cosa que no sea el mensaje de lo que nuestro Señor Jesucristo hizo en la cruz. Pues, gracias a él, la maldad de este mundo ya no me interesa, y yo no le intereso al mundo.
A ellos les encargó preparar a los creyentes para servir a Dios y fortalecer la fe de la iglesia de Cristo.
Porque el esposo tiene autoridad sobre su esposa, así como Cristo tiene autoridad sobre la iglesia y es su Salvador. Así como la cabeza gobierna el cuerpo, Cristo gobierna la iglesia.
No se mantienen firmemente unidos a Cristo, quien gobierna la iglesia. Es Cristo quien hace que la iglesia sea fuerte y que todos sus miembros se mantengan unidos. Dios hace crecer la iglesia como él quiere.