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1 Corintios 11:29 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pues el que come y bebe sin respetar que se trata del cuerpo del Señor será castigado por Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues, si alguno come el pan y bebe de la copa sin honrar el cuerpo de Cristo, come y bebe el juicio de Dios sobre sí mismo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer el cuerpo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque el que come y bebe° sin distinguir el cuerpo,° juicio come y bebe para sí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque el que come y bebe indignamente, come y bebe juicio para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor.

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Otras versiones



1 Corintios 11:29
11 Referencias Cruzadas  

Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”.


Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha establecido. Los que se opongan recibirán castigo.


y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto en memoria de mí».


Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor sin darle el debido respeto será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.


Así que, antes de comer el pan y beber de la copa, cada uno debe preguntarse a sí mismo si está actuando bien o mal.


Por eso hay entre ustedes muchos que están débiles y enfermos, y varios han muerto.


En cambio, las verdades profundas del mensaje son como el alimento sólido que toman los adultos. Es decir, para los que acostumbran usar su inteligencia para distinguir entre lo bueno y lo malo.


Mis hermanos en la fe, que no haya muchos entre ustedes que quieran ser maestros. Bien saben que los maestros seremos castigados con más severidad.


Sobre todo, hermanos en la fe, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su «sí» sea «sí», y su «no», «no», para que no sean castigados por Dios.