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Éxodo 15:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Por tu gran amor guías al pueblo que has rescatado; por tu fuerza los llevas a tu santa morada.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Con tu amor inagotable guías al pueblo que redimiste. Con tu poder los guías a tu hogar sagrado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Guiaste con amor al pueblo que rescataste, lo llevaste con poder a tu santa morada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

En tu misericordia condujiste Al pueblo° que redimiste, Lo has guiado con tu fortaleza, Hacia la morada de tu santidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Guiaste con tu gracia al pueblo que rescataste, con poder lo has conducido a tu santa morada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste; lo llevaste con tu fortaleza a la habitación de tu santuario.

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Otras versiones



Éxodo 15:13
21 Referencias Cruzadas  

Como Lot titubeaba, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad porque el Señor les tuvo compasión.


Luego dijo el rey al sacerdote Sadoc: —Devuelve el arca de Dios a la ciudad. Si cuento con el favor del Señor, él hará que yo regrese y vuelva a ver el arca y el lugar donde él reside.


Con una columna de nube los guiaste de día, con una columna de fuego los guiaste de noche: alumbraste el camino que debían seguir.


Reprendió al mar Rojo y este quedó seco; los condujo por las profundidades del mar como si cruzaran el desierto.


Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, de la tribu que redimiste para que fuera tu posesión. Acuérdate de este monte Sión, que es donde tú habitas.


Por medio de Moisés y de Aarón guiaste como un rebaño a tu pueblo.


Se acordaban de que Dios era su Roca, de que el Dios Altísimo era su Redentor.


Pastor de Israel, ¡escúchanos! tú que guías a José como a un rebaño, tú que tienes tu trono entre los querubines, ¡resplandece!


pues caerá sobre ellos pavor y espanto. Por tu gran poder, Señor, quedarán mudos como piedras hasta que haya pasado tu pueblo, el pueblo que adquiriste para ti.


Tú los harás entrar y los plantarás en el monte que te pertenece; en el lugar donde tú, Señor, habitas; en el santuario que tú, Señor, te hiciste.


«Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.


»Así que ve y di a los israelitas: “Yo soy el Señor, y voy a quitarles de encima la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud; voy a liberarlos con gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia.


¿No fuiste tú el que secó el mar, esas aguas del gran abismo? ¿El que en las profundidades del mar hizo un camino para que por él pasaran los redimidos?


Porque lo dice el Alto y Excelso, el que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.


Si ellos se angustiaban, él también se angustiaba; el ángel de su presencia los salvó. En su amor y misericordia los rescató; los levantó y los llevó en los tiempos de antaño.


Nunca preguntaron: “¿Dónde está el Señor que nos hizo subir de Egipto, que nos guio por el desierto, por tierra árida y accidentada, por tierra reseca y tenebrosa, por tierra que nadie transita y en la que nadie vive?”.


Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,


a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.