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Génesis 19:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

16 Como Lot titubeaba, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad porque el Señor les tuvo compasión.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Como Lot todavía titubeaba, los ángeles lo agarraron de la mano, y también a su esposa y a sus dos hijas, y los llevaron enseguida a un lugar seguro fuera de la ciudad, porque el Señor tuvo misericordia de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Y como él aún vacilase, lo tomaron de la mano, junto a su mujer y a sus dos hijas, porque Yavé había tenido compasión de ellos, y lo llevaron fuera de la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero como él no se decidía, los varones lo agarraron y lo sacaron de la mano a él, a su mujer y a sus dos hijas, gracias a la misericordia de YHVH hacia él, y lo hicieron estar fuera de la ciudad.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Como él vacilaba indeciso, los hombres asieron de las manos a él, a su mujer y a sus dos hijas, por la misericordia de Yahveh hacia él, le hicieron salir, y lo condujeron fuera de la ciudad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su esposa, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia de Jehová para con él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.

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Génesis 19:16
39 Referencias Cruzadas  

así que al amanecer los ángeles le insistieron a Lot. Exclamaron: —¡Apúrate! Llévate a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí, para que no sean destruidos cuando la ciudad sea castigada.


Si no nos hubiéramos demorado tanto, ¡ya habríamos ido y vuelto dos veces!


»Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.


¡Aleluya! Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre, para mostrar su gran poder.


¡Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre!


Ha hecho memorables sus maravillas. El Señor es misericordioso y compasivo.


Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Me doy prisa, no tardo nada para cumplir tus mandamientos.


Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Muchos son los sufrimientos de los malvados, pero el gran amor del Señor envuelve a los que en él confían.


Los ojos del Señor están sobre los que le temen; de los que esperan en su gran amor.


Él los libra de la muerte y en épocas de hambre los mantiene con vida.


El que ama la vida y desea ver muchos días felices,


Pero tú, Señor, eres Dios compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor y fidelidad.


Tú, Señor, eres bueno y perdonador; tu gran amor se derrama sobre todos los que te invocan.


pasando delante de él, proclamó: —El Señor, el Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor y fidelidad,


que mantiene su amor hasta mil generaciones después y que perdona la maldad, la rebelión y el pecado; pero no tendrá por inocente al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación.


Si ellos se angustiaban, él también se angustiaba; el ángel de su presencia los salvó. En su amor y misericordia los rescató; los levantó y los llevó en los tiempos de antaño.


Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos y su compasión jamás se agota.


“El Señor es lento para la ira y grande en amor, perdona la maldad y la rebeldía, pero no tendrá por inocente al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en sus hijos hasta la tercera y cuarta generación”.


En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”.


Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.


Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla y endurece a quien él quiere endurecer.


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,


Porque el Señor su Dios es un Dios compasivo que no los abandonará ni los destruirá; tampoco se olvidará del pacto que mediante juramento hizo con sus antepasados.


Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te ordena respetar el día sábado.


le responderás: «En Egipto nosotros éramos esclavos del faraón, pero el Señor nos sacó de allá con gran despliegue de fuerza.


El Señor te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató de la esclavitud, del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó con gran despliegue de fuerza.


él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,


Ahora bien, Josué había dicho a los dos espías: «Vayan a casa de la prostituta y tráiganla junto con sus parientes, tal como se lo juraron».


Por otra parte, libró al justo Lot, que se encontraba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos;


Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la tentación a los que viven con devoción a Dios, y sabe también guardar a los injustos para castigarlos en el día del juicio.


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