Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; como oveja enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.
Juan 19:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 así que entró de nuevo en el palacio y preguntó a Jesús: ―¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le contestó nada. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta. Biblia Nueva Traducción Viviente Llevó a Jesús de nuevo a la residencia oficial y le preguntó: «¿De dónde eres?». Pero Jesús no le dio ninguna respuesta. Biblia Católica (Latinoamericana) Volvió a entrar en el palacio y preguntó a Jesús: '¿De dónde eres tú?' Pero Jesús no le contestó palabra. La Biblia Textual 3a Edicion Y entró otra vez en el pretorio, y dice a Jesús: ¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le dio respuesta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y entrando otra vez en el pretorio, le dice a Jesús: '¿De dónde eres tú?'. Pero Jesús no le dio respuesta alguna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le dio respuesta. |
Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; como oveja enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.
Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió: ―Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y reunieron a toda la tropa alrededor de él.
Luego los judíos llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya amanecía, los judíos no entraron en el palacio, pues de hacerlo se contaminarían ritualmente y no podrían comer la Pascua.
Pilato volvió a entrar en el palacio y llamó a Jesús. ―¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó.
―¡Así que eres rey! —le dijo Pilato. ―Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.
―¿Te niegas a hablarme? —le dijo Pilato—. ¿No te das cuenta de que tengo poder para ponerte en libertad o para mandar que te crucifiquen?
―Aunque yo sea mi propio testigo —repuso Jesús—, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he venido y a dónde voy. Pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy.
y sin temor alguno a vuestros adversarios, lo cual es para ellos señal de destrucción. Para vosotros, en cambio, es señal de salvación, y esto proviene de Dios.
La mujer fue adonde estaba su esposo y le dijo: «Un hombre de Dios vino adonde yo estaba. Por su aspecto imponente, parecía un ángel de Dios. Ni yo le pregunté de dónde venía ni él me dijo cómo se llamaba.